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Trujillo eligió Guatemala y el maratón lo eligió a él

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – “Quería un tiempo un poco mejor, pero solo empezar y acabar la carrera representando a Guatemala es todo un orgullo para mí”, dijo Juan Carlos Trujillo nada más acabar la maratón de los Juegos Olímpicos el domingo.

La que podría ser una declaración rutinaria de un atleta olímpico no lo es tanto en el caso del guatemalteco, que nació en Estados Unidos y reside habitualmente en la ciudad de Colorado Springs del estado conocido por el mismo nombre y sus montañas rocosas.

Trujillo tiene doble nacionalidad y representó al país de las barras y estrellas en el Mundial de Moscú 2013, acabando 36to; pero posteriormente se decidió por el país de sus padres para competir en maratón.

“Vine a Guatemala por primera vez cuando tenía 13 años y no regresé hasta los 28. Ahora voy más seguido. Competir hoy aquí representado a mí país y finalizar en buena posición es un sueño realizado”, expresó el atleta de 31 años, quien se dedica a correr maratones desde hace cinco. “Antes hacía distancias medias, pero me encanta correr y sentí la llamada del maratón”.

Trujillo acabó 67mo en Rio con un tiempo de dos horas, 20 minutos y 24 segundos, el octavo mejor entre los corredores latinoamericanos pero lejos del keniano Eliud Kipchoge, quien ganó con crono de dos horas, ocho minutos y 44 segundos. La medalla de plata fue para el etíope Feyisa Lilesa, y la de bronce para Galen Rupp, de Estados Unidos.

Precisamente el norteamericano cruzó saludo con Trujillo tras acabar la carrera, que el guatemalteco definió como muy dura. “Me preparé para el calor, y la humedad se siente con la lluvia que cayó, pero es igual para todos”.

En Londres 2012, su compatriota Erick Barrondo logró la medalla de  plata en la prueba de 20 kilometros marcha. Cuatro años después, Guatemala no logró celebrar un éxito semejante en el atletismo, aunque cuenta en el nacionalizado Trujillo con un excelente embajador.

“Creo que mi carrera de hoy es un paso para que la juventud siga apostando por este deporte en mí país. Veo futuro”, concluyó el maratonista.

Vargas supera adversidades y acaba primero por México

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – “Lo que no te mata te hace más fuerte”, soltó Daniel Vargas, enfundado en una gran bandera mexicana después de completar la exigente prueba del maratón el domingo en los Juegos Olímpicos.

El oriundo de Guanajuato sufrió de lo lindo para acabar la carrera, en una jornada que amaneció lluviosa en Rio y se mantuvo húmeda, obligando a los atletas a hidratarse a menudo.

“A pesar de los calambres y las contracturas, jamás me di por vencido. Al contrario. Llegué muy fuerte y estoy muy contento por toda la gente  que estuvo apoyando en el Sambódromo. Siento que hice un gran trabajo y así lo grite al cruzar la meta: ‘¡Viva México!’”, exclamó.

A sus 32 años, Vargas recorrió los 42 kilómetros de distancia en un tiempo de dos horas, 18 minutos y 51 segundos, el sexto mejor de entre los corredores latinoamericanos y 54to global, pero lejos del keniano Eliud Kipchoge, quien ganó con crono de dos horas, ocho minutos y 44 segundos. La medalla de plata fue para el etíope Feyisa Lilesa, y la de bronce para Galen Rupp, de Estados Unidos.

“Los músculos de los africanos pudieron más que mis piernas”, resumió un exhausto Vargas, quien firmó un resultado ligeramente inferior al registrado en los pasados Juegos de Londres 2012, cuando acabó 39no clasificado con tiempo de 2 horas 18 minutos y 26 segundos.

Pero si la prueba fue dura, más lo fue la preparación para el leonés, quien perdió a su padre en enero por una repentina parada respiratoria, apenas cuatro días antes de que intentará buscar su marca olímpica en el maratón de Houston.

“Fue un gran golpe. Dijeron que me podía servir de gran motivación, pero el corazón contradecía mi mente. Correr el maratón exige mucho sacrificio. Hay momentos de sonrisas y otros de lágrimas en estos largos años. Llegué a pensar incluso en no venir, pero la mejor recompensa no es ganar el oro, sino cruzar la meta en un maratón olímpico. Y, además como mejor mexicano”, subrayó Vargas, quien rozó el podio en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, cuando acabó cuarto.

Ricardo Ramos, el otro compatriota que participó de la prueba olímpica, acabó clasificado en el puesto 120 con más de 10 minutos de retraso respecto al guanajuatense, quien no pudo saludar a su esposa en el kilómetro 35 como hubiera deseado.

“No pudo venir porque los boletos de avión estaban muy caros y lo vio por televisión junto a mí equipo, pero estuvo su corazón. Le dedicó esta carrera a mi familia, que estuvo en las buenas y en las malas”, zanjó Vargas.

Primer latino en maratón, ecuatoriano Piedra mantiene progreso

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Le costó pasarse al atletismo porque de chico le gustaba mucho el fútbol pero, cuando dio el paso con apenas nueve años de edad, ya no pudo dejar de correr.

Tantos pasos dio Bayron Piedra que le llevaron hasta Río, donde el domingo representó a Ecuador en la prueba del maratón en los Juegos Olímpicos. Y libró una actuación más que satisfactoria.

Piedra recorrió los 42 kilómetros de distancia con un tiempo de dos horas, 14 minutos y 12 segundos, el mejor entre los corredores latinoamericanos y 18vo global, aún lejos del keniano Eliud Kipchoge, quien ganó con crono de dos horas, ocho minutos y 44 segundos. La medalla de plata fue para el etíope Feyisa Lilesa, y la de bronce para Galen Rupp, de Estados Unidos.

“Se corrió tácticamente, y muy duro en los últimos 12 kilómetros. Me sentí muy cómodo al comienzo, pero al kilómetro 32 o 33 empecé a notar molestias musculares. Luché hasta el final y gracias a Dios pude terminar. Estar entre los primeros 20 del mundo es muy positivo”, valoró Piedra, sin evitar la autocrítica. “Pensé que la competencia iba a ser un poco más rápida. Mi plan era ir de menos a más, pero cuando salimos me di cuenta de que el ritmo era como para estar presente y me mantuve en el grupo hasta el kilómetro 27 o 28. Luego aceleraron los africanos y se notó la diferencia”.

A Piedra le va sin duda la progresión paulatina, pues empezó compitiendo en los 800 metros, luego se pasó a los 1500, los 5.000 y 10.000 antes de afrontar el maratón.

“Sinceramente, todavía se me hace muy duro. Me desenvolvía bien en pista, pero poco a poco voy agarrando el golpe a los kilometrajes y el ritmo en calle, que es muy diferente. Espero estar entre los diez en Londres”, dijo el atleta, quien conserva las mejores marcas de su país en cada disciplina y, a sus 34 años de edad, participó en sus cuartos Juegos Olímpicos.

“Me voy contento porque lo di todo. Obvio que quería estar entre los diez primeros, quizás conseguir algún diploma. Me va a tocar corregir algunas cosas, pero estamos allí y buscaremos marca en los próximos maratones de Chicago y Sevilla para preparar el próximo Mundial de Londres”, concluyó.

Más allá de Bolt, repitió Farah y emergió Miller

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANIERO (AP) – Usain Bolt dominó de nuevo el escenario central del atletismo en los Juegos Olímpicos con su tercer triplete seguido en las carreras de los 100, 200 y relevos de 4×100 metros, pero Río gozó de otras actuaciones para el recuerdo a lo largo de nueve vibrantes jornadas, a falta del cierre del programa el domingo con el maratón.

Se echaron de menos en más de una ocasión bastantes espectadores, con notables vacíos registrados en el graderío. Y en todas ellas faltaron también los atletas rusos, vetados por la IAAF y el COI tras destaparse el caso de dopaje institucionalizado en su país.

Y sin embargo, la simple pureza de tan singular espectáculo deportivo volvió a prevalecer momentáneamente sobre posibles análisis positivos que puedan surgir en el futuro. Con Bolt como gancho, quizás por última vez, los protagonistas en el Estadio Olímpico se empeñaron en dar un paso al frente y reclamar su cuota de foco.

A continuación, los más destacados:

MAS ES MO’

Como Bolt, Mo’ Farah logró su objetivo de repetir victorias, aunque en distancias del mediofondo. El atleta británico no parece haber bajado el pistón desde que irrumpiera en escena en Londres 2012 y volvió a imponerse en las exigentes carreras de 10.000 y 5.000 metros. A la primera le añadió suspenso con un inoportuno tropiezo que hizo temer por su victoria. En la segunda, progresó como siempre partiendo desde atrás y aguantó la presión en la última recta para convertirse en el primer atleta en ganar ambas pruebas consecutivamente desde que lo consiguiera el finlandés Lasse Virenen los Juegos de Munich 1972 y Montreal 1976.

 

REINA THOMPSON

Siguiendo la estela de “El Rayo”, Elaine Thompson dio el do de pecho y ganó sus dos carreras individuales de 100 y 200, coronándose reina de la velocidad para darle a Jamaica cinco oros de los seis posibles, contando la prueba de relevos. Curiosamente, esta fue la única en que el país caribeño debió conformarse con la plata por detrás de Estados Unidos.

ÉPICO CLAVADO DE MILLER

Si Bolt fue una vez más la sonrisa del evento, Shaunae Miller puso la épica para Las Bahamas con su agónico triunfo en al final de los 400 metros, en que recurrió a un improvisado clavado para batir por apenas 7 centésimas de segundo a la estadounidense Allyson Felix, quien llegaba con todo la meta.

La imagen de ambas tendidas y exhaustas sobre el tartán azul ocupa ya un lugar preferente en el álbum de Rio. Felix, la favorita, se quedó a las puertas de su quinto oro en atletismo –que finalmente ganaría en los relevos, siendo la única mujer en lograrlo–, mientras que Miller confirmó su progresión sobre el mayor escenario y de la forma más grandilocuente.

DUELO CARIBEÑO VA PARA LARGO

A sus 32 años, Caterine Ibargüen finalmente celebró una victoria olímpica, – y cómoda–, en el triple salto tras imponerse también en el pasado Mundial de Beijing. Pero la colombiana igualmente constató la progresión de su nueva y principal amenaza, la venezolana Yulimar Rojas, quien se llevó la plata con solo 20 años. El duelo regional y generacional está servido de cara a Londres 2017.

NO DIGA DECATLON, DIGA ASHTON

Ofuscado como todos por Bolt, el estadounidense Ashton Eaton no perdió la ocasión de proclamarse el atleta más completo del planeta por cuarta vez  consecutiva entre Juegos y mundiales y, de paso, igualar un récord olímpico en el decatlón con 8.893 puntos, los mismos que consiguió el checo Roman Sebrle en 2004.

LA NUEVA AMENAZA VIENE DEL SUR

El surafricano Wayde van Niekerk hizo saltar el crono y también todas las alarmas con su nuevo récord del mundo en los 400 metros. Su marca de 43:03 hizo pedazos la que conservaba desde hacía 17 años el estadounidense Michael Johnson, y le dejó en primera línea como candidato a nuevo abanderado del atletismo.

MEDIO SIGLO SIN REPETIR

El keniano David Rushida conservó su corona en los 800 y se convirtió en el primer mediofondista en repetir oro en la distancia desde que lo consiguiera el neozelandés Richard Snell en 1964.

RÉCORD, ABUCHEOS Y LAGRIMAS

El brasileño Thiago da Silva y el francés Renaud Lavillenie vivieron la cara y la cruz en el salto con pértiga. El local se llevó los vítores del público local con un vuelo de récord olímpico que superó la barrera de los 6.03 metros, mientras que el medallista de plata no pudo reprimir las lágrimas en el podio al ser abucheado por sus anteriores crítica a la pasional “torcida” del Olímpico.

OTROS NOTABLES

Los récords en lanzamiento de martillo de la polaca Anita Wlodarczy, de la etíope Almaz Ayana en los 10.000 metros obstáculos, y el casi récord de Ruth Jebet, de Bahrein, en los 3.000 obstáculos. Las victorias del estadounidense Christian Taylor en triple salto y del jamaiquino Omar McLeod en 110 vallas.

Estados Unidos vence a España y alcanza su tercera final seguida

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Estados Unidos rentabilizó su superioridad en la pintura y se ayudó de la mano caliente de Klay Thompson para vencer el viernes a España por 82-76 en la primera semifinal del básquetbol en los Juegos Olímpicos.

Los norteamericanos, que no pierden un partido oficial desde septiembre de 2006, cuando sucumbieron en semifinales del Mundial ante Grecia, hilvanaron su 75to juego invicto y sellaron el boleto a la final olímpica por tercera ocasión consecutiva.

Thompson anotó 22 puntos con serie de cuatro de ocho en triples por los vencedores, que también contaron con 14 unidades de Kevin Durant y 16 rebotes y cuatro tapones del pívot DeAndre Jordan.

“La final es donde queríamos estar. Lo venimos hablando todo el verano. Si jugamos con intensidad y pasión, no tendremos problemas”, vaticinó Durant, mientras que Jordan resaltó la dificultad que les presentó el equipo dirigido por Sergio Scariolo.

“Tienen muchos jugadores buenos y que han estado juntos mucho tiempo. Fue un toma y daca, pero logramos frenarles en defensa cuando lo necesitamos”, resumió el poste.

Su rival directo, Pau Gasol, fue el mejor para los españoles con 23 puntos y ocho rebotes. El armador Sergio Rodríguez le siguió con 11 unidades y cinco asistencias.

“No estuvieron tan bien como otras veces, pero nos superaron en el rebote ofensivo y esa fue la clave. No me sentía al cien por cien pero intenté darlo todo. Siento que podríamos haberles ganado de mover un poco mejor el balón”, comentó Gasol, esquivo sobre su futuro en la selección. “Solo quedamos unos pocos de la ‘generación de oro” y lo normal es que vayan saliendo otros. Tengo recuerdo inolvidables que espero seguir viviendo, pero me lo tomo año a año”.

Estados Unidos enfrentará el domingo al vencedor de la otra semifinal, que disputaran Australia y Serbia.

“Ya sabíamos que igual nos tocaría jugar contra España al principio del torneo y siempre son competitivos”, comentó el técnico estadounidense, Mike Krzyzewski. “Fue un partido muy duro y trabado, y ambos equipos tuvieron que hacer grandes jugadas, solo que los nuestros hicieron algunas de más. Jordan estuvo fenomenal e hizo trabajar a Gasol con su defensa y sus rebotes”.

España se jugará la medalla de bronce frente al perdedor.

“Estamos tristes por perder una semifinal. Tenemos que reponernos rápido para asegurar el bronce y ganar como sea”, arengó el veterano Juan Carlos Navarro. “Han sido superiores y no hemos tenido las opciones que queríamos. Tuvimos problemas con el rebote y metieron triples fáciles”.

Era la  quinta vez que España y Estados Unidos, finalistas de los dos últimos Juegos, se medían en una justa olímpica, y el balance ahora es favorable en cinco victorias para el equipo norteamericano.

“Quiero felicitarles. Merecieron ganar y les deseo suerte”, declaró Scariolo. “Thompson fue decisivo en ataque, pero la llave fue su defensa. Esto es como una competición de clubes con un equipo mucho más rico que el otro. Hemos competido con ellos y debemos sentirnos orgullosos”.

Estados Unidos dejó patente desde el inicio su superioridad física en la pintura y dominó el rebote ofensivo, generando múltiples ocasiones para sus tiradores.

Gasol, quien llegó maltrecho por unas molestias en el gemelo, empezó lento, aunque acercó al equipo de Scariolo con un triple a falta de un minuto para el final del primer cuarto, que dejó el marcador 26-21 para los norteamericanos.

Los de Krzyzewski descuidaron por momentos los fundamentos en el manejo del balón, pero su primer clavado del partido, en puente aéreo de Thompson para Jordan, les mantuvo arriba por ocho puntos.

España seguía sufriendo bajo su propio tablero pero se aplicaba en la defensa, y buscó la reacción mediante penetraciones a canasta de la mano de Rodríguez y Navarro, descarado y certero con su clásica “bomba”.

Una suspensión de Víctor Claver redujo el déficit de España a cuatro puntos, pero Thompson y Carmelo Anthony se entonaron desde el perímetro y el equipo estadounidense alcanzó el descanso con seis unidades de ventaja.

Había partido, y los europeos buscaron con insistencia a Gasol al arranque del tercer cuarto, en el que el nuevo jugador de los Spurs anotó 11 puntos.

España no se iba, pero los favoritos en ningún momento dieron su brazo a torcer, beneficiándose de la potencia de Jordan en la pintura y la muñeca de Thompson y Durant,  quien clavó un triple para el 64-55.

Krzyzewski optó por un quinteto defensivo para iniciar el último cuarto y, junto con una mejorada circulación de balón, la estrategia le dio resultado hasta escaparse a su máxima diferencia, 72-57, con un tiro de Kyle Lowry.

La entrada de Nikola Mirotic, quien cometió cuatro faltas en el primer periodo y tuvo descanso forzado, dio mínimas esperanzas a los españoles, que se acercaron a menos 10 con un triple del montenegrino nacionalizado.

Pero Kyrie Irving también celebró un triple como respuesta inmediata, Paul George un clavado, y Estados Unidos el triunfo, su séptimo de siete juegos en el torneo, para presentarse una vez más como claro favorito a la final.

A un paso del bronce, Del Real lanza aviso a navegantes

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – No había secado aún el sudor de su frente tras acabar cuarto en la final de lanzamiento de martillo en los Juegos Olímpicos que Diego del Real ya andaba avisando a sus rivales de cara al futuro.

“Hasta ahora les buscaba yo a ellos. Ahora me tendrán que buscar ellos a mí también”, soltó el mexicano, quien rozó por momentos la medalla de bronce, que hubiera significado al mismo tiempo la primera presea de la historia de su país en una prueba de campo. “Ha sido un año de salto y el que viene debe serlo también. Vine por una marca, y la marca dio un excelente lugar”.

No le faltan motivos para el optimismo a Del Real, cuya progresión ha sido meteórica desde que hace 11 años decidiera dejar atrás su sueño de convertirse en un jugador de la NFL para dedicarse de pleno al lanzamiento de martillo.

Jugó de los cinco a los 13 destacando como liniero defensivo, hasta que el preparador físico los Auténticos Tigres, el equipo de fútbol americano de su hermano Eduardo, le echó el ojo.

“Él había hecho halterofilia, que también me gustaba, y andaba buscando alguien de mis características físicas, con altura y fuerza, para competir en martillo. Y allí me convenció y me convocó al mundial juvenil de Singapur en 2007”, relató Del Real, ya cumplidos los 22 años y completado con nota el debut olímpico, tras un meritorio sexto lugar en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

El regiomontano fue la grata sorpresa de la delegación mexicana en Río con su meritoria actuación en la final, pues anduvo largo rato coqueteando con el tercer lugar que le hubiera colocado en el podio. Pero al final, su mejor lanzamiento de 76.05 le valió apenas para el cuarto puesto, y fue el tayíco Dilshod Nazarov quien se proclamó campeón por delante del bielorruso Ivan Tsikhan y el polaco Wojciek Nowicki.

“Me voy con sabor un poco amargo, porque me encontré cerca. Pero esto no se acaba hasta que se acaba y el polaco manejó muy bien la presión de un último intento y me tocó el cuarto lugar”, analizó Del Real, quien negó haber perdido la concentración en ningún momento. “Para nada. Lancé con mucha estrategia, porque había comentado con mi entrenador que el que da primero da dos veces y la idea era hacer una buena marca pronto para que ellos se dieran cuenta de que el mexicano de 22 años venía con todo. Pero al final acusé el cansancio”.

Ya rumbo al camerino, recibió una llamada de felicitación del rector de la universidad de Nuevo León, donde estudia y entrena, que atiende con gentileza y buen humor.

“No es una derrota. Es aprendizaje”, se le escucha subrayar, plenamente consciente del camino recorrido desde aquellos sueños de liniero, del gran paso dado en Río, y del trecho que le queda por recorrer, con próxima gran cita para el Mundial de Londres 2017.

Edward, ni sorpresa ni competencia en decepcionante final

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Resulta que no hubo sorpresa en la final de los 200 metros de los Juegos Olímpicos. Tampoco hubo prácticamente competencia para el jamaiquino Usain Bolt, quien dejó atrás a todos sus rivales. Entre ellos el panameño Alonso Edward, el penúltimo en cruzar la meta.

“En una final puede pasar de todo”, había avisado Edward en la previa.

Pero el jueves, el velocista no logró dar la nota y quedó muy lejos del podio, el objetivo que se había marcado desde hacía tiempo para Río.

“No termine parado en la final. No quiero poner excusas porque he trabajado muy duro para estar aquí, pero ya 15 minutos antes de la carrera sentí molestias en la pierna derecha durante el calentamiento”, argumentó el velocista, quien registró decepcionante crono de 20.23, muy lejos de los 19.78 de Bolt y del francés Christophe Lemaitre, quien acabó tercero con 20.12.

Edward llegó a los Juegos con mejor marca personal de 19.81 segundos y firmó un tiempo superior de 20.07 en la semifinal que le hubiera valido para la medalla de bronce un día después.

En la ronda anterior se deshizo de rivales de la talla de Justin Gatlin, el también jamaiquino Yohan Blake y el español Bruno Hortelano, pero en la final le rebasaron hasta cinco contrincantes además de Bolt, quedando rápidamente relegado.

“En la final el carril no importa. Estaba preparado para cualquier situación. No quiero hablar de molestias, pero si hubiera estado bien no habría acabado tan mal. Lo di todo”, explicó Edward. “Sé que mi entrenador me hubiera dicho que no saliera allí afuera, pero estaba en el momento y mandó mi corazón guerrero”.

El panameño era la gran esperanza del país centroamericano en Río, pues consiguió un alentador cuarto puesto en el Mundial de Beijing 2015.

Con 26 años de edad, el velocista llegó a los Juegos en plenitud física, pero no pudo evitar marcharse con sabor agridulce, aunque el adiós sea más agradable que en Londres 2012, cuando una salida en falso en primera ronda frustró su participación.

Pese a los buenos augurios, Edward no logró acabar con la sequía de Panamá, cuya última medalla olímpica data de 2008, cuando Irving Saladino se impuso en el salto de longitud.

“Ahora hay que ver como esta todo y si termino la temporada y compito en la liga Diamante. Ojalá sea solo un calambre. Pese a todo, me voy contento. Estoy por buen camino”, concluyó Edward.

Colombiana Ruiz firma noveno puesto en jabalina

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – La colombiana Flor Ruiz se despidió el jueves de los Juegos Olímpicos con una discreta actuación en la final del lanzamiento de jabalina, pero sensación de progreso y renovadas esperanzas de acercarse poco a poco a la elite de su disciplina.

Nacida en Pradera hace 25 años, Flor llegó sin grandes expectativas a la cita de Río, pero clasificó el martes a la final, donde acabó firmando un meritorio noveno lugar.

La colombiana, que no llegó a pasar de la primera ronda en los pasados Juegos de Londres 2012, realizó su mejor lanzamiento en el primer tiro con una distancia de 61,54. Sus posteriores intentos fueron peores, pues registró 58,46 y 59,61, y ello colaboró en que no se fuera conforme con sus participación.

“No sé qué pasó. Las cosas no se dieron. Me sentía súper bien. No era el objetivo que quería, que era estar entre las ocho mejores, pero seguiré trabajando y estaré en el próximo mundial de Londres”, declaró.

La colombiana se había clasificado el martes con un lanzamiento 62,32 metros, el noveno mejor resultado, mejorando así sus prestaciones de la cita olímpica de 2012, así como los dos últimos mundiales, en que tampoco pasó a la final.

 

Bolt baila y gana bajo la lluvia en 200 y ya otea noveno oro

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Llovió sobre el estadio, bailó samba en la línea de salida y volvió a ganar como siempre en la meta. Esta vez en los 200 metros, arrasando a la competencia, aunque pugnando hasta el final por superar su propio récord del mundo.

Por una vez, Usain Bolt no logró el jueves el máximo objetivo propuesto, pues se impuso con tiempo de 19.78, unas 61 centésimas de más sobre la marca que estableció en 2009.

Cumplirá 30 años dentro de tres días, coincidiendo con la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos. Y para entonces, Bolt espera haberse consagrado como el mejor atleta de todos los tiempos con nueve medallas de oro en su palmarés en pruebas de pura velocidad.

Es posible que ni siquiera las necesite, pues el jamaiquino ya ostenta el anhelado récord de los 100 metros – también desde 2009- y ocupa un lugar de privilegio en el corazón de los aficionados. Pero, por si acaso, Bolt dejó nuevamente constancia de su supremacía el jueves, cuando se impuso con pasmosa facilidad en la final de los 200 metros.

“Corrí duro en la curva. En la recta, mi cuerpo no respondió. Me estoy haciendo viejo”, soltó el jamaiquino.

Esta vez ni permitió la broma con el joven canadiense Andre de Grasse, quien había coqueteado con pelearle la serie semifinal hasta que “El Rayo” aceleró en los metros definitivos y le dijo que no con el dedo índice.

Ya en la final, Bolt, que generalmente empieza lento y aumenta velocidad en el remate, salió disparado de los bloques y tomó rápidamente la delantera. Su victoria en ningún momento se vio amenazada, pero al ver su marca tras cruzar la meta hizo un evidente gesto de fastidio.

De Grasse se llevó la plata en 20.02 y el francés Christian Lemaitre el bronce en 20.12. El panameño Alonso Edward finalizó séptimo en 20.23.

El triunfo significó una presea dorada más para la alforja de Bolt, y van ocho en total.

“Todas ellas son especiales. Los 200 son mi prueba favorita”, subrayó. “Había mucha atención sobre mí. Me siento aliviado”.

Carl Lewis y el finlandés Pavoo Nurmi le superan por ahora en el medallero olímpico con nueve oros cada uno, aunque repartidos en distintas pruebas de fondo y medio fondo o, en el caso del estadounidense, el salto de longitud.

“No tengo nada que demostrar ya. ¿Qué tengo que hacer para que el mundo entienda que soy el mejor”, clamó el velocista.

Pero Bolt quiere más.

Quiere ser eterno. Que no haya debate alguno sobre su condición de número uno. Quiere la novena que le aleje todavía más del resto de mortales y le ubique en un olimpo particular con un triplete inaudito de tres triunfos olímpicos consecutivos en las pruebas de 100, 200 y 4×100.

“Quiero estar entre Muhammad Ali y Pelé. Espero entrar en el club después de estos Juegos”, admitió.

Los relevos son la última prueba que le queda por disputar en Río; quizás también en los Olímpicos, si atendemos a sus declaraciones aludiendo a su inminente retirada de los Juegos.

“Creo que son mis últimos”, repitió.

Bolt correrá la final con el equipo jamaiquino el viernes, apenas 24 horas después de su última victoria sobre el tartán azul y mojado que le vio bailar samba antes de salir disparado rumbo a una victoria que se espera sea solo su penúltima.

Y es que llueva, nieve o truene, “El Rayo” siempre es “El Rayo”.

Estados Unidos, por su parte, se llevó cuatro de las seis medallas de oro dirimidas el jueves, incluidas las del decatlón, con Ashton Eaton, y la del lanzamiento de bala masculino, con Ryan Crouser, en ambos casos con récords olímpicos.

Kernon Clement y Muhammad Dalilah se alzaron con los 400 metros con vallas masculino y femenino respectivamente y la sexta medalla dorada de la jornada fue para la croata Sara Kolak en la jabalina.

Estados Unidos sigue alejándose del medallero del atletismo con nueve de oro y 25 en total. En la tabla del oro la escoltan Jamaica con cinco y Kenia con cuatro. Kenia está segunda en la tabla combinada con ocho.

Eaton revalidó su título en el decatlón igualando el record de los juegos con un esfuerzo supremo en la vuelta final de los 1.500 metros, la última prueba de la disciplina que consagra al deportista más completo.

Sumó 8.893 puntos e igualó el registro que había fijado el checo Roman Sebrle en el 2004.

Aventajó por 59 puntos al francés Kevin Mayer, que se alzó con la plata, y por más de 200 al canadiense Damian Warner, que cosechó el bronce.

Crouser venció en la bala con un tiro de 22,52, superando por 74 centímetros a su compatriota Joe Kovacs, que se quedó con la plata. El neozelandés Thomas Walsh se llevó el bronce.

Clement hizo un tiempo de 47.73 y le sacó cinco centésimas al keniano Boniface Tumuti, plata. El bronce fue para el turco Yasmani Copello.

En los 400 con vallas femeninos Dalilah hizo 53.17 y superó por 42 centésimas a la medalla de plata, la danesa Sara Slott Petersen. Otra estadounidense, Ashley Spencer, fue bronce.

La croata Kolak, finalmente, le sacó 1,26 metros a la sudafricana Sunette Viljoen al ganar la jabalina con un lanzamiento de 66,18. La plata fue para Viljoen y el bronce para la checa Barbora Spotakova.

La vecinita la descubrió, y Río consagró a Villegas en lucha

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – De no ser por la pequeña Jean Mary, la hoy olímpica Betzabeth Villegas no hubiera llegado jamás a estar tan cerca de la gloria en Río.

“La vecinita” –como cariñosamente la recuerda Villegas–, se había apuntado a practicar lucha y la invitó a venir cuando esta apenas contaba 10 años. Desde entonces, Villegas no volvió la vista atrás, hasta merecer el jueves el primer diploma en la disciplina por su país en los Juegos Olímpicos.

Villegas rozó una inédita medalla para Venezuela en la lucha, pero acabó cayendo por 2-1 ante la azerí Natalya Sinishin en la pelea por el bronce y se fue con las manos vacías.

“Me siento muy triste desde el fondo de mi corazón. Sentí que tenía la medalla en mis manos y pensé que lo podía lograr. Pero le llevo a mi país un diploma olímpico en mis primeros juegos, y eso es muy grande”, declaró Villegas, quien ya ganó un bronce en los Juegos Panamericanos de 2015 y debutaba en la justa olímpica.

La venezolana había ganado sus dos combates iniciales contra la camerunesa Emilienne Essombe (5-0) y la griega Maria Prevolaraki (3-1) antes de caer ante la japonesa Saori Yoshida (3-0) en la categoría de los 53 kilos; pero la asiática alcanzó posteriormente la final y la luchadora de 25 años tuvo entonces chance en la sesión de la tarde de disputar un repechaje.

Ya de vuelta al tapiz, la nativa del estado de Barinas no consiguió rentabilizar la ocasión ante Sinishin, de 31 años y con dos bronces mundialistas en su palmarés.

“Sabía que la tenía muy dura. Es una rival muy fuerte. Pero la pelea estuvo muy pareja, y ella obtuvo dos puntos porque el árbitro me puso pasiva. He dado lo mejor de mí, pero a veces no solamente luchamos con los contrincantes”, lamentó Villegas.

Hubiera sido la segunda medalla para el país suramericano en estos Juegos, después de que Yulimar Rojas se llevara la de plata el domingo en el salto triple; aunque el boxeador Yoel Finol también se aseguró el miércoles al menos una presea de bronce, que bien podría cambiar de metal si derrota el viernes al uzbeco Shakhobidin Zoirov en la semifinal del peso mosca.

Hija única, Villegas siempre notó el especial afecto de sus padres, así como de su marido, el también luchador, Andry Davila, quien vio el combate desde Venezuela.

“Mis padres anduvieron muchos años en busca de mí y no pudieron tener más hijos. Para ellos, mi nacimiento fe un milagro, y me pusieron Angelica de segundo nombre porqué mi papá se llama Angel y es un nombre bíblico”, explicó.

El aprecio no siempre lo fue tanto por parte de las federaciones nacionales, y la falta de apoyo casi la empujo en su momento a desistir de sus sueños deportivos.

“Fueron años de mucho sacrificio. Hubo un momento en que quería abandonar. Pero luego tuve mi bebé con 20 años y me dio más fuerzas para seguir y no dejar mis sueños. Ahora siento que he nacido para esto”, concluyó.

Nadie lo discute. Buena visión tuvo “la vecinita”.