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Limardo, de oro en Londres a súbito eliminado en esgrima

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Consagrado en Londres 2012 cuando consiguió la primera medalla de oro olímpica de la historia de la esgrima para Venezuela, Rubén Limardo no pudo repetir la hazaña el martes en Río al caer inesperadamente en segunda ronda de los Juegos frente al egipcio Ayman Fayez.

Limardo, quien gozaba boleto directo a la ronda de 32, en ningún momento pareció tener opción ante un rival que dominó de principio a fin y acabó imponiéndose por contundente 15-5 en la modalidad de espada.

Muchas eran las esperanzas depositadas sobre el oriundo de Puerto Ordaz tras la gesta en los anteriores Juegos, que arrancó con victoria precisamente sobre Fayez.

Posiblemente demasiadas, dadas las variadas peripecias que sufrió desde entonces el medallista, que en 2013 llegó a sufrir un brote de malaria durante una competencia en Rusia y luego pasó en blanco casi todo 2014 tras reaparecer en los Juegos Centroamericanos de Veracruz y lesionarse de gravedad la rodilla derecha.

“Esperaba un rival más complicado, pero me tocó Fayez y no lo tenía tan analizado como a otros”, reconoció tras el revés Limardo, crítico con su actuación. “Intenté no arriesgar desde el inicio, y ese no es mi estilo. Luego perdí la concentración. Me siento triste por no poder darle una alegría a Venezuela”.

Diestro natural convertido a zurdo tras lesionarse jugando a béisbol, Limardo tenía a su alcance la posibilidad de hacer historia con un segundo oro consecutivo en los Juegos, algo no logrado desde que el cubano Ramón Fonst repitiera en 1900 y 1904, aunque con armas distintas.

Pero tras colgarse el oro, el teórico favorito cayó progresivamente en la clasificación mundial hasta el 22do lugar con que se presentó a Río, de donde fue apeado por el número 17, Fayez.

Bastante culpa tuvo la malaria contraída por la picadura de un mosquito mientras andaba pescando en la zona de Ciudad Guayana de donde es originario, y que empezó a afectarle ya en Rusia, desde donde viajó a Polonia y luego de vuelta a Venezuela para ser tratado.

“Estos últimos meses me sentí muy bien, pero me faltó preparación”, concedió Limardo, que sin embargo no perdió la esperanza de lograr algo grande, pues volverá a tener opción de medalla el domingo, cuando compita por equipos junto a su hermano Francisco -quien perdió en 16vos contra el estonio Nikolai Novosjolov en la prueba individual.

Sale el sol, y Río se rinde al vóley playa

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANIERO (AP) –Luciendo top de bikini amarillo, minifalda azul y las típicas sandalias hawaianas de Brasil, a Flavia Brandeinberg, empresaria de 34 años originaria de Espírito Santo, solo le faltaba un trapo verde para completar los colores de la bandera de su país.

Pero lo que no le faltaba era la pelota de voleibol playa, acunada en su brazo derecho mientras paseaba felizmente, tostándose al sol junto a la célebre playa de Copacabana.

“Es que vengo de jugar con mis amigos”, explicó sonriente Brandeinberg, sin caer en el hecho de que su estampa bien podría servir como imagen promocional del deporte que actualmente causa furor en Brasil.

A pocos metros, sobre la arena se levanta el estadio de vóley de playa de los Juegos Olímpicos donde acababan de ganar sus compatriotas, Agatha y Barbara, al equipo argentino de Ana Gallay y Georgina Klug.

Pese a tratarse de un lunes laboral, cerca de 10,000 personas celebraron la victoria de las consideradas favoritas en las gradas, la mayoría brasileños amantes de un deporte que en Atlanta 1996 supuso la primera medalla olímpica para el país sudamericano en el deporte femenino.

“A los brasileños nos gusta ganar y en voleibol de playa ganamos mucho”, reconoce Agatha, rebosante de arena y alegría tras la victoria.

Y no le falta razón. El vóley de playa le ha dado al país 11 preseas (seis para las mujeres) desde su inclusión como deporte olímpico hace dos décadas, momento en que muchos brasileños se engancharon al juego como pasatiempo, llenando las playas a lo largo y ancho del territorio los fines de semana.

“Hay pasión por este deporte en todo el litoral”, dice Agatha. “El fútbol sigue siendo el número uno. Pero cada vez nos acercamos más, junto al voleibol de pista cubierta, al segundo lugar”.

Incluso iniciada la semana, en periodo invernal para los locales, los habitantes de Río se expanden por toda Copacabana y hacen uso de las numerosas canchas dispuestas junto al mar, compartiendo espacio con turistas como Brandeinberg, quien ya tiene su boleto para el partido de la tarde del equipo masculino. “Me gusta porque es un juego informal, donde uno está muy en contacto con la natura”, resumió la oriunda de un estado cercano a Río de Janeiro.

Lamentablemente, el dúo formado por Alison y Bruno no le pudo brindar una victoria, pues cayó inesperadamente por 2-1 ante Austria, toda una desilusión para la “torcida” que llenó prácticamente el recinto.

Pero al contrario que en el fútbol la noche anterior, cuando los seguidores abuchearon al equipo tras igualar 0-0 con Irak, los presentes aplaudieron el esfuerzo de ambos voleibolistas en la derrota.

Quizás las exigencias no sean las mismas pese al gran potencial brasileño, y ciertamente en las filas para adquirir boletos se palpaba de todo menos tensión, en un ambiente festivo acorde a una competencia que incluye ruidosos animadores, música y mucho color amarillo en el graderío repartido entre varias generaciones.

“El vóley de playa es mi deporte favorito, porque es muy acelerado, dinámico y estético”, explica Walquiria Pinto, enfermera de 68 años residente del norte de Río.

Locales y extranjeros curiosos por degustar un deporte con tanto sabor brasileño como la caipirinha se mezclan en el recinto, desde donde se puede avistar a lo lejos el majestuoso monte del Pan de Azúcar.

Similar panorámica matutina disfrutan desde la playa de Copacabana los chicos que participan de un curso organizado por la federación y que cuenta con la presencia de Mauricio Lima, ganador de dos oros olímpicos con la selección de pista cubierta.

“Este es otro mundo para mí”, reconoce Lima. “En Brasil, y Río especialmente, se vive la diversión. La gente es feliz y, en cuanto se abre el sol, sale corriendo para jugar en Copacabana. Es el Maracaná del vóley playa”.

Arranca la vela, sigue el debate sobre las aguas de Río

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Hojas, preservativos usados, bolsas, chancletas, palos, sillas, sillones, sofás, neveras, depósitos de agua y neveras flotantes.

Ese es el recuento de objetos avistados durante sus recientes meses de entrenamiento por algunos de los participantes en las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos, que arrancaron el lunes en la famosa bahía de Guanabara.

Y aún falta el listado faunístico.

“Hace un mes, me encontré un cerdo muerto, no muy lejos de aquí”, revela el griego Miko Pateniotis, poco antes de echarse al agua enfundado en un espeso traje de neopreno.

“Yo  vi el cadáver de un perro”, apunta el argentino Bautista Saubidet, aparentemente impertérrito pese al estudio que realizó The Associated Press y que detectó altos indicios de contaminación en las zonas de competición olímpica.

“Cuando tenemos tiempo libre, vamos a surfear a la playa de Ipanema, donde está más limpia, y nos bañamos sin problemas”, asegura el windsurfista de 20 años, el más joven del equipo albiceleste.

Pero que se lo digan a su veterano compañero Mariano Reutemann, quien se quedó fuera de los Juegos tras sufrir una herida compitiendo en el preolímpico y caer infectado por las bacterias que abundan las aguas de la bahía.

“Tomamos todas la precauciones, tratándolo con antibióticos desde el primer momento, pero ni así lo pudimos evitar. Lo llevamos a cinco hospitales de Río y no tenían penicilina”, se queja su entrenador, Hernán Vila. “La basura flotante depende de los movimientos de la corriente y de sí el mar entra o sale. Hay momentos en que no se puede navegar. En la regata es una variable si agarras una bolsa o no, y eso no puede ser en una cancha olímpica”.

Pero la denuncia de Vila no es unánime, y cae en saco roto apenas unos metros más adelante en la zona de desembarco, donde la española Marina Alabau sostiene que las orillas de Río no representan problema alguno para la competición. “Hace 10 años que entreno aquí y el agua está perfecta: muy fresquita y limpia. Hoy solo vi una bolsa. La gente exagera”, zanja la actual campeona olímpica de windsurf.

Quizás en la valoración individual pese la jerarquía deportiva, pero los datos científicos son claros en los análisis que la AP realizó durante 16 meses y que indicaron lecturas de adenovirus infecciosos en casi el 90% de los lugares examinados en Río, siendo los puntos más contaminados la laguna Rodrigo de Freitas, donde se disputa el remo, y la Gloria Marina, punto de partida de las carreras de veleros.

Como Saubidet, el mexicano David Mier concede que las aguas están mucho más limpias que en los meses previos. “Hoy veo más botes verdes”, comenta en relación a las embarcaciones que recolectan basura en las orillas. “Pero no es solo un problema de las autoridades. Hay que concienciar a la gente, que no tiene educación y lo ensucia todo”.

Mier es algo más crítico con el gobierno local respecto a los deshechos vertidos desde las favelas directamente al agua, sin tratamiento previo, y que añaden al elevado riesgo de infección de atletas y bañistas ocasionales.

El consenso entre los críticos es que las condiciones han mejorado momentáneamente, pero con soluciones que sirven apenas de parche, y altamente susceptibles a las inclemencias del tiempo y caprichos de las mareas.

“Existe un desagüe cloacal en el mismo puerto olímpico, y lo único que hacen allá es tirar bacterias para evitar que la porquería inunde la zona de competición. Pero eso es solo para estas semanas. Lo mismo que las redes que aguantan la basura que cae de los cerros. Luego lo volverán a soltar todo”, delata Vila. “Dicen que no pasa nada, pero sí pasa. Lo lamentable desde el punto de vida humanista es que no hayan hecho nada en cuatro años, cuando tuvieron presupuesto y tiempo. Lamentablemente en Sudamérica, la plata desaparece y las cosas no se hacen”.

Arrancada pues la vela en Río, sopla fuerte el viento y se aviva el debate con diversidad de opiniones. Los presentes miran al horizonte pendientes de que un obstáculo no les fastidie la prueba, los organizadores al cielo rezando por buen clima, y los ausentes, como Reutemann, deberán contentarse con verlo por televisión.

Portugal gana 2-1 a Honduras y sella boleto a segunda fase

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Con muchos espectadores aún en busca de su asiento en el estadio Olímpico de Río, Alberth Elis puso bien pronto en ventaja a Honduras, pero la alegría de la selección centroamericana duró poco ante Portugal, que remontó para imponerse el domingo 2-1 en su segundo partido de los Juegos Olímpico y clasificarse así directamente a la siguiente fase del torneo.

El cuadro luso lidera ahora mismo el grupo D con seis puntos tras vencer el jueves también por 2-0 a Argentina, que juega a continuación con Argelia, igualmente derrotada 3-2 por Honduras en su estreno.

La selección blanquiazul cuenta con tres puntos que hubieran podido ser más de haber aguantado la ventaja que le proporcionó el gol de Elis antes de cumplirse el primer minuto del encuentro. Pero tantos de Tobias Figueiredo (21) y Paciencia (36) permitieron voltear el marcador a Portugal.

“El segundo gol fue por un rebote. Portugal no es un equipo de principiantes. Nos duele, pero me voy contento por el juego y felicito a los jugadores. Desafortunadamente, el futbol se mide por los goles”, lamentó el técnico colombiano de Honduras, Jorge Luis Pinto. “Tomamos riesgo total en el segundo tiempo y jugamos un muy lindo partido, pero nos jugaremos la clasificación ante Argentina. Ese partido nos motiva y llegaremos con mucha más confianza”.

Elis celebró el gol más rápido del torneo masculino hasta la fecha a los 35 segundos, cuando cazó en el segundo poste un buen cruce de Romell Quioto desde la izquierda y superó al arquero Bruno Varela.

Pero, agarrado al buen manejo del mediapunta Bruno Fernandes, Portugal no se angustió y fue acercándose con peligro hacia el área de Luis López, originalmente con un centro de Paciencia que despejó Brayan García a tiro de esquina, y que fue el origen de la igualada de Figueiredo. Solo frente al impotente guardameta, el defensor no perdonó en autoritario cabezazo.

Fernandes siguió exhibiendo su técnica con una volea alta por poco y Salvador rozó el segundo pero alargó el recorte sobre el López, al que finalmente superó Paciencia con un remate de primeras tras secuencia embarullada.

Cuesta arriba el partido, Honduras buscó la igualada en una buena acción de Elis con centro primoroso para Quioto, quien cabeceó alto, pero Portugal tuvo la última antes del descanso, en zapatazo cruzado de Salvador.

López mantuvo Honduras a distancia con tres paradas consecutivas al inicio del segundo tiempo sobre Andre, Salvador y Paciencia, y tampoco acertó a encontrar el arco Mané tras un buen recorte sobre Johnny Palacios.

Tuvo el empate Antony Lozano por los hondureños, pero cabeceó desviado, y López debió intervenir de nuevo para salvar un despeje envenenado de su compañero Allans Vargas.

Honduras no desfalleció en el tramo final, aunque el empeño de Lozano, desacertado en otro remate aéreo, no le bastó para alterar el marcador.

“Me quedo con sabor agridulce porque tuve una buena participación, pero lo hubiera cambiado por una victoria”, dijo López. “En la segunda mitad salimos con muy buena actitud y nunca bajamos los brazos, pero tuvimos unos descuidos que no nos podemos permitir. Esos dos goles nos mataron”.

Honduras cierra la primera ronda ante Argentina y Portugal choca con Argelia.

 

Correa decide y Argentina tumba a Argelia en fútbol olímpico

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Angel Correa confirmó sus credenciales como jugador determinante y participó en los dos goles de Argentina, que ganó 2-1 a Argelia en su segundo partido de los Juegos Olímpicos el domingo y dejó en la cuneta al equipo africano.

Argentina se jugará el pase a la próxima ronda el miércoles frente a Honduras, que tiene los mismos tres puntos en el grupo D después de perder 2-1 ante Portugal. Los lusitanos ya se clasificaron a los cuartos de final con seis unidades.

Correa abrió el marcador a los 47 minutos y en inferioridad numérica para Argentina, que necesitaba al menos puntuar para seguir con opciones, tras perder su partido inaugural por 2-0 frente a la selección portuguesa.

“Ganamos una final. Afortunadamente, la pelota entró, no como ante Portugal. Argelia fue un rival muy difícil, y Honduras también lo será”, predijo tras el triunfo Correa.

Argelia logró empatar por vía de Sofiane Bendebka (64), pero Correa se inventó entonces una asistencia de lujo para que Jonathan Calleri (70) subiera el tanto de la victoria para el equipo dirigido por Julio Olarticoechea.

Los africanos, que el jueves cayeron 3-2 con Honduras, quedaron apeados de la competición.

Argentina se vio forzada a jugar con un hombre menos toda la segunda mitad tras la rigurosa expulsión de Víctor Cuesta por doble tarjeta amarilla al filo del descanso.

“A veces hay equipos que juegan mejor con uno menos, mientras que con uno más el rival se relaja un poco. Creo que eso pudo pasar hoy”, analizó Olarticoechea.

En un arranque tenso, el equipo sudamericano pareció dominar la escena con los inquietos movimientos de Correa arriba, partiendo casi siempre de la sedosa zurda de Giovani Lo Celso, con clarividencia para armar aunque sin demasiadas opciones de apertura a banda, donde los laterales albicelestes se mostraban tímidos.

Un disparo de Santiago Ascacibar desde la frontal del área, fuera por poco, abrió las hostilidades, que hallaron respuesta del bando argelino mediante cabezazo de Baghdad Bounedjah, igualmente desviado.

Correa dejó pronto su sello con un punterazo que silbó junto al poste y una rosca envenenada que alcanzó a despejar Farid Chaal.

Pero Argelia no se amedrantó y exhibió verticalidad y toque, como en un disparo de Haris Belkebla tras tacón de Bounedjah, el mejor del conjunto africano.

Para entonces el mediapunta ya había cargado con tarjeta amarilla a Cuesta por obstruirle en tierra de nadie, y gozado de la mejor ocasión de su equipo en un intento de globo sobre Gerónimo Rulli, quien despejó de puños.

Sin embargo, Bounedjah se guardó en la manga otro hábil choque con Cuesta, penalizado con la segunda amarilla que dejó a su equipo en inferioridad con 45 minutos por delante.

Correa, siempre alerta, solo necesitó un toque para cambiar el panorama con un gol definitorio de sus cualidades: instinto, velocidad y clase. Nada más avistar el salto de Calleri para peinar un saque largo de Rulli, adivinó la caída del balón, ganó la espalda a la defensa y batió a Chaal de tiro bajo y esquinado.

Nuevamente respondió con rabia Argelia, muy cerca del gol en derechazo cercano de Mohammed Benkablia, a dos palmos del rincón.

Faltando media hora, Argentina acusó la ausencia del capitán expulsado y permitió la igualada por el centro de la defensa, donde Bendebka se infiltró para rematar a la derecha de un vendido Rulli.

Tuvo el segundo Calleri en primoroso servicio de Cristian Pavón pero falló con todo a favor, y Rulli sostuvo a Argentina con una valiente intervención que propició una nueva aparición decisiva de Correa, pícaro en el pase filtrado a Calleri, quien fue con todo al remate y marcó a trompicones.

“Tuvo de todo el partido. Fallé el gol fácil y marqué el difícil con la rodilla. Pasó como menos quería, pero daba igual como fuera. Había que ganar y tuvimos suerte”, resumió Calleri. “Estamos poco rodados, no al mejor nivel, y tenemos que seguir afinando todos: delanteros, mediocampistas y defensas”.

Henao resbala y Colombia va del todo a la nada en Rio

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Sergio Henao volaba en descenso hacia la meta de Río de Janeiro, empujado por el soplo de toda Colombia y en teórica sintonía con Vicenzo Nibali, pero un fatídico y simultáneo resbalón de ambos dejó vía libre al triunfo final del belga Greg Van Aermaet en la carrera de ciclismo en ruta de los Juegos Olímpicos.

¿Error de Nibali, quien iba entonces primero en la escapada de tres, con el polaco Rafal Majka en cola y a la expectativa? ¿Despiste de Henao, quien bajaba a rueda del italiano después de que ambos colaboraran admirablemente en la ascensión final a la cima de Vista Chinesa, a 530 metros de altura sobre las espléndidas playas de Ipanema y Copacabana?

Poco importa para la afición colombiana, que pasó del todo a la nada en el fugaz instante que separó al Henao veloz de dorsal encorvada y puños aferrados al manillar al herido ciclista, desparramado en la cuneta y con la mirada desesperada en busca de una bicicleta que finalmente avistaría abollada unos metros más adelante, junto al cuerpo igualmente tendido y rasguñado de Nibali.

La caída le puso la pimienta a la decepción colombiana, pues llegó a falta de 11 kilómetros para el final de una durísima carrera de más de seis horas, y poco después de que se confirmara el abandono del también antioqueño Rigoberto Urán, el teórico primer candidato a medalla del país cafetero, quien se bajó de la bici justo antes de completar los 200 kilómetros.

No hubo medalla de oro, que hubiera sido la primera de ese metal de la historia para el país sudamericano en ciclismo, ni siquiera podio o consuelo para Urán, que se quedó con las ganas de repetir o mejorar la presea de plata que se colgó en Londres 2012.

“Fue un día donde teníamos un equipo muy fuerte, unido y trabajando. En la parte media no me encontré bien y no pude ayudar a los muchachos”, lamentó Urán. “Al final se fue a dar un poco la carrera con Sergio Luis y desafortunadamente pasó esta caída. Me da mucha rabia, porque se estaba jugando la medalla, pero esperemos que no tenga nada roto, que es lo más importante. Pero es que estás carreras de un día son muy complicadas. Puede pasar de todo. Es lo que hay”.

Y es que Urán, segundo en el Giro hace tres años, no fue el único colombiano en no lograr acabar el recorrido, pues también claudicaron antes de tiempo el caleño Jarlinson Pantano y el joven Miguel Angel López.

“Hicimos todo perfecto. Era la estrategia que habíamos hablado. La idea era ir yo en fuga, pero desafortunadamente pasó lo que pasó. Una lástima, porque creemos que Sergio hubiera hecho un gran número. Pero así es el ciclismo. Teníamos corredores muy especialistas en este tipo de carreras como Rigoberto o Sergio. Nos vamos muy tristes por él”, declaró Pantano, aún pendiente de comprobar la salud del compañero lastimado.

Colombia, que ha vivido un resurgir de su ciclismo en los últimos años, en especial con las gestas de Urán y Nairo Quintana, tercero del más reciente Tour de Francia pero ausente en Río, tenía altas esperanzas de triunfo en la prueba de ruta por tratarse de un recorrido de lo más variopinto, teóricamente propicio a las emboscadas que siempre han caracterizado a los “escarabajos”, como se conoce a los escaladores procedentes del montañoso país.

Y la carrera no empezó mal para los intereses colombianos, con el emergente caleño, Pantano, enfrascado en una primera escapada de cinco corredores que dominó el primer tramo de la prueba.

Pero las cosas empezaron a tensarse más de la cuenta con tropiezos sobre los adoquines y accidentes de todo tipo, incluido un brutal choque del iraní Samad  Poor Seiedi contra un muro.  Pantano se descolgó sobre el kilómetro 164, dando paso al relevo de Henao, quien hizo subir las pulsaciones en su aventura junto a Nibali y Majka, el más pasivo del trío en la subida definitiva.

Finalmente el polaco estuvo lo suficientemente hábil como para sortear a los colegas caídos y sus bicicletas camino del llano de Ipanema, pero la fallaron las piernas en los últimos dos kilómetros, siendo a su vez cazado por Van Aermaet y el danés Jakob Fuglsang, con triunfo para el belga en el sprint.

Nada de ello importó ya a los aficionados colombianos, que acudieron en masa a apoyar a los suyos, y cuyos sueños de gloria se desvanecieron en aquella empinada y traicionera curva de derechas de abundante sombra y asfalto humedecido por las altas temperaturas.

“Fue una carrera muy peligrosa por las caídas, no solo las de Nibali y Henao. Antes también se cayeron muchos otros. Ha sido muy dura. Ahora mismo estamos muertos”, comentó el español Joaquín Rodríguez, quien se despidió del ciclismo con un quinto puesto en la justa olímpica.

El mejor clasificado del quinteto cafetero, y el único que acabó la prueba, fue Esteban Chaves, actual subcampeón del Giro de Italia, quien finalizó a 3 minutos y 34 segundos del ganador, en el 21er lugar, el mejor entre los competidores latinoamericanos.

Escaso botín para el potencial de los ciclistas colombianos, voluntariosos sobre la bici pero escasos de discurso al respecto de lo ocurrido, con apenas tópicos como recurso para intentar explicar lo difícilmente entendible. Así es el ciclismo.

Cuba dice presente… pero bajito

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Largo tiempo privada de participar en los Juegos Olímpicos por sus insuficientes resultados en las respectivas fases clasificatorias, Cuba finalmente puede decir “presente” en el voleibol masculino en Rio 2016.

Pero, pese a que logró sellar su boleto por primera vez en dos décadas, lo pronuncia sin excesiva fiesta, casi con la boca pequeña y en voz baja. Y es que “presentes” no están todos los que se esperaba estuvieran representando al país isleño en el torneo.

“Vamos con mucha alegría, disposición y buena actitud, sin presión alguna”, proclamó el viernes el seleccionador Nicolás Vives, tras entrenar en las instalaciones del club de las fuerzas aéreas de Río, a dos días del debut frente a Rusia.

La presión quizás no acompañe a la docena de jóvenes seleccionados, pero la polémica está servida desde hace semanas para el combinado cubano, cuya preparación se vio seriamente perjudicada por el escándalo de un supuesto intento de violación que salpicó a seis jugadores que permanecen detenidos en Finlandia, donde participaban de un torneo a comienzos de julio.

Entre los encarcelados se encuentra Rolando Cepeda, quien juega en la liga profesional de Grecia y fue nombrado el jugador más valioso en el Preolímpico de Edmonton, torneo que Cuba ganó sin perder un solo set.

“Ese es un tema que no puedo tocar”, zanjó Vives al ser preguntado sobre si había mantenido contacto con los arrestados.

Oriundo de La Habana, Vives entró en escena cuando el escándalo se cobró la destitución de los anteriores preparadores, Rodolfo Sánchez y Pavel Pimienta, nada más regresar la expedición a la isla.

Pero, pese a que la actual situación dista lejos de ser la ideal para afrontar una justa olímpica, el nuevo seleccionador siente que el equipo llega listo para competir y sellar el boleto a la segunda fase.

“Estamos tranquilos. A pesar de las circunstancias y de que este es un equipo extremadamente joven, los chicos están concentrados. Van a dar lo mejor de sí y van a luchar para ganar cada partido. Física y psicológicamente están bien. El objetivo es estar entre los ocho primeros”, declaró Vives, quien formó parte de la última selección en disputar unos Juegos. Fue en Sidney 2000, cuando Cuba logró el séptimo lugar.

“En 2004 no conseguimos clasificar porque éramos también un equipo joven e inexperto, y en 2008 perdimos partidos muy apretados con Alemania. Ganó el mejor”, reconoció Vives.

Aquel logro hace 16 años en Sidney queda ya lejos en la memoria para Cuba, imposible incluso de recordar para un buen número de sus actuales seleccionados. Solo tres jugadores, Darienn Ferrer, Mario Rivera y Reinier Rojas, superan la treintena de años,  mientras que cinco aún no alcanzan los 21, siendo Adrián Goide el más joven del grupo, con 18 recién cumplidos.

Precisamente Goide dio el susto en el entrenamiento, del que se debió retirar al realizar un mal gesto con el tobillo derecho; pero Vives adelantó que el pasador titular estaría listo para el estreno dominical. De hecho, la selección abandonó con prisas la sesión preparatoria, pensando ya en ir engalanándose de cara al desfile de la ceremonia de apertura de los Juegos en la tarde.

El voleibol es el único deporte por equipos en que Cuba clasificó a Rio 2016, y durante algunos días llegó a planear la duda sobre si el Comité Olímpico Internacional echaría al combinado debido a la cantidad de jugadores implicados en el supuesto incidente de julio.

Cuba finalmente no sufrió la descalificación y actualmente integra el grupo B, donde también figuran Polonia, Rusia, Argentina, Irán y Egipto.

El Grupo A lo forman el anfitrión Brasil junto a Italia, Estados Unidos, Canadá, Francia y México.

Los cuatro primeros de cada grupo clasificaran a la fase clasificatoria.

“Nuestro grupo es complicado, y muy parejo. Estos Juegos son muy difíciles de predecir. Tenemos equipos excelentes como Rusia, Polonia, Francia y Brasil, que juega en su casa”, analizó Vives.

Tras el entrenamiento de Cuba se personó en las instalaciones precisamente el equipo Argentina, con quien los isleños se medirán el siguiente sábado, en su cuarto partido del torneo.

“No los conozco, pero sé que son muy jóvenes y están viviendo una situación muy complicada”, comentó el preparador albiceleste, Julio Velasco, sobre Cuba. “Con todos al completo, eran un equipo  de nuestro nivel, como Irán. Los que están siguen siendo buenos, aunque sin experiencia. Pero los cubanos siempre son peligrosos, un equipo muy aguerrido y físico, y tienen todo nuestro respeto”.

Si ambas selecciones podían aparentar, como sostiene Velasco, un nivel similar antes del torneo, las bajas de Cuba decantan en principio la balanza del lado argentino.

Y si ambos entrenamientos sirven de indicativo, los jugadores suramericanos se mostraron algo más activos y sonoros en su desempeño que los cubanos, donde la voz predominante en la sesión fue la de Vives.

Seguramente tampoco fuera casualidad, pues el técnico encargado de cambiar el discurso y mejorar el presente del voleibol isleño anda empeñado también en combatir el silencio que envuelve a su equipo… al menos sobre la cancha.

Inundado el pabellón, emergió el De Cecco voleibolista

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Con 28 años recién cumplidos, Luciano de Cecco transmite seguridad, carisma y energía positiva a dos días del debut de Argentina contra Irán en el en torneo de voleibol de los Juegos Olímpicos.

Las cualidades son dignas de un capitán de la selección suramericana, y en el caso de De Cecco parecen ser innatas, pues le permitieron en su día sortear con encomiable actitud la peor catástrofe natural en azotar su ciudad natal de Santa Fe.

“En 2003 sufrimos una inundación muy grave y el pabellón donde jugaba a basquetbol con el equipo de Gimnasia y Esgrima quedó inservible”, relató el viernes De Cecco desde el centro de entrenamiento del combinado albiceleste en Río. “Con la federación no acabamos de encontrar una solución para cambiar de equipo, y empecé a jugar al voleibol con los amigos, por pasar el rato. Poco a poco fui aficionándome, y al final quedamos en formar un equipo”.

De aquellas trágicas inundaciones emergió pues el primer club de voleibol de Santa Fe, igualmente bajo el paraguas de Gimnasia y Esgrima y con De Cecco como co-fundador. También surgió un proyecto de jugador, que eventualmente progresó hasta ingresar en la selección argentina en edad juvenil y que, ahora ya en sus segundos Juegos Olímpicos en Río, ejerce de inconfundible capitán.

“Lo conocí cuando jugaba en las selecciones inferiores. Es un armador de unas características magnificas, con uno dedos muy buenos, en el argot que usamos en el voleibol”, explica el entrenador asistente, Hernán Ferraro. “Tiene una personalidad importante que hace que sea el capitán y un gran líder dentro del grupo. Es un muy buen compañero, que ayuda siempre a los más jóvenes”.

Con muchos chicos del interior del país, procedentes de la rica cantera de la provincia de San Juan, De Cecco no pierde ocasión de tender la mano e invitarlos a comer a su casa en Buenos Aires, donde suele entrenar la selección albiceleste, para suavizar así su adaptación al nuevo entorno personal y profesional, no exento de presión y exigencia.

“Otra de las historias es que huyó al voleibol para no tener a su padre de entrenador”, cuenta medio en serio, medio en broma, Ferraro.

Y es que, desde los cuatro años a los 15, esos dedos de De Cecco  acariciaron con destreza el balón naranja de basquetbol como base-escolta, en parte gracias a las instrucciones de su padre, quien sigue ejerciendo de técnico. El dicho “de tal palo tal astilla” no aplicó en este caso en el deporte elegido, aunque según Ferraro, aún existe la posibilidad de que De Cecco siga los pasos de su progenitor en cuanto a rol deportivo.

“Es un chico muy entrenador, muy responsable, que escucha mucho, y es referente para el resto por palmarés profesional”, explica el asistente, consciente del peso que tienen en el resto de compañeros los tres mundiales y dos juegos olímpicos disputados por De Cecco, protagonista del quinto lugar firmado por Argentina en Londres 2012 y del triunfo en los Juegos Panamericanos de Toronto hace un año.

Actualmente enfrascada en el Grupo B, la albiceleste se medirá sucesivamente a Irán Rusia, Polonia, Cuba y Egipto en Rio 2016.

“Es importante empezar bien contra Irán, que presenta un equipo similar al nuestro, sacar buenas sensaciones y tomar ventaja pronto en el torneo”, subrayó el atacante Facundo Conte, otro de los destacados del combinado.

El Grupo A lo forman el anfitrión Brasil junto a Italia, Estados Unidos, Canadá, Francia y México, y los cuatro primeros de cada cuadro clasificaran a la ronda eliminatoria.

“Los chicos están con una motivación extraordinaria, y el equipo está entrenando bien, pero sabemos que nos encontraremos a rivales de mayor nivel, y otros de menor que nos pueden dar alguna sorpresa”, resumió el respetado entrenador Julio Velasco.

Si el capitán representa la imagen del equipo, los doce seleccionados desplegaron grandes dosis de concentración y entusiasmo en el entrenamiento, virtudes también reconocidas en la estoica figura de Velasco.

“El equipo gusta en Argentina porque transmite una gran pasión y la gente se identifica no solo cuando gana, sino porque lo pone todo. Cuando no  gana es sencillamente porque no puede”, explicó el preparador. “Muchos integrantes de este equipos eran muy jóvenes en Londres. Ahora tienen mucha más experiencia. No somos un conjunto físico, pero dominamos todas las facetas del juego. Tenemos individualidades, pero nuestra fortaleza es que jugamos como un equipo”.

En partido amistoso disputado en la víspera, Argentina le ganó los dos primeros sets al actual campeón mundial, Estados Unidos, antes de que la rueda de cambios permitiera la reacción de los norteamericanos, que se impusieron en los dos siguientes y en el desempate.

“Nuestro objetivo es alcanzar los cuartos de final. Luego allí nos encontraríamos a cualquiera que juega por el oro y sería difícil pasar, pero los pronósticos se pueden cambiar”, expuso Velasco.

Pocos como De Cecco para romper pronósticos, sortear imprevistos y liderar nuevas empresas. Si Argentina aspira a codearse con los grandes en Río, necesitará la mejor versión de su capitán, abocado por un giro del destino hacia un rol protagonista.

EU, aislado de Río, pero acompañado en persecución del oro

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

RIO DE JANEIRO (AP) – Si existe un favorito claro a conquistar la medalla de oro en Rio 2016, ese es el equipo de basquetbol de los Estados Unidos, que ha celebrado 14 triunfos en las 17 ediciones de los Juegos Olímpicos que ha  disputado hasta ahora.

La marcada superioridad histórica del equipo norteamericano sobre el resto de rivales, sin embargo, no significa que entrenador de su selección, Mike Krzyzewski, duerma más tranquilo la víspera de la ceremonia de apertura de los Juegos.

“Estoy tan nervioso como siempre”, reconoció el jueves Krzyzewski en su primera conferencia de prensa oficial en Río, solo dos días antes del debut de Estados Unidos contra China.

Enfrascado en el Grupo A, el combinado norteamericano enfrentará sucesivamente al equipo asiático, y luego Venezuela, Australia, Serbia y Francia. Un camino que se prevé llano, a pesar del poco rodaje de la selección de las barras de estrellas, que apenas cuenta cinco partidos amistosos, todos saldados con victorias abultadas, desde que inició sus entrenamientos el 18 de julio.

“Sabemos que somos superiores a China, pero sería  poco apropiado hablar de futuros oponentes ahora. Hemos jugado bien en los partidos de exhibición, pero ahora cuentan de verdad, y el pase a la ronda de medallas nos está garantizado ni mucho menos”, insistió el apodado “Coach K”.

Pero, aunque no estén dos de los últimos tres Jugadores Más Valiosos de la NBA,  Lebron James y Stephen Curry, Krzyzewski vuelve a contar en esta ocasión con todo un elenco de estrellas para defender las últimas medallas de oro conquistadas sucesivamente en Londres 2012 y Pekín 2008.

Kyrie Irving viene de proclamarse campeón de la NBA con Cleveland, y Clay Thompson, Draymond Green y Harrison Barnes quedaron subcampeones con Golden State tras eliminar a los Thunder de Kevin Durant, quien luego se unió a ellos en el fichaje bomba del verano y tendrá ocasión en Rio de ir familiarizándose con sus nuevos compañeros.

Durant, obviamente, predica el paso a paso, tanto de cara a la próxima temporada NBA como a los juegos de Río. “Lo bueno de estar aquí es que todos tenemos tantas ganas de ganar, y no importan ni la veteranía, ni las posiciones o los minutos de cada uno. Estamos comprometidos en el objetivo común, que es ganar todos los partidos, del primero al último”, explicó el nuevo alero de los Warriors.

Irving, quien fue clave en la victoria de Cleveland en las pasadas finales, así como en el triunfo de Estados Unidos en el Mundial de Barcelona en 2014, se mostró ansioso de seguir añadiendo a su palmarés.

“Personalmente, no entiendo la palabra “presión”. Nuestra expectativa es la de ganar cada partido. Tenemos lo necesario para soportar todas las adversidades”, dijo un relajado Irving, quien reconoció a Argentina como uno de los rivales más peligrosos para Estados Unidos. “No tengo más que respeto para ese equipo. Manu Ginóbili es uno de mis jugadores favoritos, por la manera en que su estilo de juego e influencia han trascendido más allá de la NBA”.

Como acostumbra a ocurrir con Estados Unidos, Krzyzewski sabe que la presión es máxima y su labor será mirada con lupa. Una de las razones por las cuales el llamado “Dream Team” se hospeda lejos de la Villa Olímpica, en un lujoso barco anclado a las orillas de Río y aislado de sus múltiples distracciones.

Gestionar un equipo de figuras tiene sus complicaciones, y Krzyzewski  avisó a sus pupilos que deberán acomodarse a diferentes roles a lo largo de la competencia. “Carmelo (Anthony) y Kevin (Durant) jugarán más de lo que lo han hecho hasta ahora. No habrá un equipo titular definido, y haré cambios según los jugadores estén más o menos inspirados en el partido. Será un quinteto en evolución constante”, aseguró.

Krzyzewski prefirió no elaborar en el análisis de enfrentamientos por llegar, aunque sabe perfectamente quienes son sus principales rivales camino del primer cajón del podio.

“España es un equipo estupendo. Una de sus mejores virtudes es su versatilidad, experiencia y el compañerismo entre ellos, con un líder ejemplar como Pau Gasol. Argentina se ha ganado todo nuestro respecto por su excelente trayectoria a lo largo de los años, y Serbia también tiene una gran tradición y presenta buenas credenciales”.

El veterano Anthony, de 32 años, es el único integrante del equipo que recuerda una decepción olímpica, en Atenas 2004, cuando Argentina se colgó el oro. “Sé lo que es sentir que el mundo está acortando distancias con Estados Unidos. Espero liderar a este equipo hacia otro oro y disfrutar del viaje”, resumió el alero, también el único jugador de la historia de Estados Unidos en disputar cuatro juegos olímpicos.

Inédito James pretende olvidar convulsa campaña en Madrid

[Este artículo fue editado y publicado en abril de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

MILÁN, Italia (AP) – Llegó la final de la Liga de Campeones entre Real Madrid y Atlético de Madrid, y el máximo goleador del Mundial de Brasil 2014 no formó en el equipo titular del conjunto merengue.

La suplencia del sábado en San Siro no fue una sorpresa para el colombiano James Rodríguez, pues tampoco venía formando habitualmente en el once inicial del Madrid en la liga española, donde su rol fue menguando conforme avanzaron las jornadas.

El oriundo de Cúcuta sí mantenía la ilusión de que su notable estadística en finales, con seis triunfos de las ocho disputadas a lo largo de su carrera, acabara pesando en la valoración del técnico, Zinedine Zidane, de cara a usarlo como alternativa tras el descanso.

Pero la segunda mitad arrancó de nuevo con el organizador de 24 años en la banca.

Empató el Atlético el gol inicial de Sergio Ramos, y “Zizou” dio entrada a Danilo, Isco Alarcón y Lucas Vázquez.

James no se movió de su asiento.

Con el cupo de cambios agotado, el colombiano tampoco ingresaría en la prórroga, y solo pisaría la cancha para celebrar la undécima Copa de Europa del Madrid tras la tanda de penales que vivió con suspenso desde la lejanía, hasta la conversión del lanzamiento definitivo por parte de Cristiano Ronaldo.

“Me hubiera gustado jugar, pero  creo que hice fuerza para que el equipo ganara”, dijo tras figurar en la foto de celebración James. Eso sí, en lugar preferente junto a la copa y abrazado al arquero costarricense, Keylor Navas.

No fue el único colombiano en sufrir la suplencia en una final europea. En 2002, Edwin Congo también vivió desde la sombra la “novena” del Madrid, y en 2010 fue el central Iván Córdoba quien celebró la victoria del Inter Milán sin disputar un solo minuto.

Se da pues la circunstancia de que ningún futbolista originario del país cafetero ha jugado una final de Champions, pero el dato resulta especialmente desconcertante en el caso de James, fichado hace dos temporadas por el Madrid con el cartel de talento emergente y el panorama aparentemente despejado para su explosión definitiva.

El centrocampista creativo, que brilló antes en Porto y Mónaco, hizo fácil lo difícil, pues completó una primera campaña de ensueño, en que disputó 46 partidos oficiales, marcó 17 goles -algunos de bellísima factura- y sedujo con su zurda de seda a la exigente afición del estadio Santiago Bernabéu.

Su sintonía con Cristiano era total, gozaba de la plena confianza del entonces técnico, Carlo Ancelotti, y sus compañeros valoraban su esfuerzo en acatar responsabilidades defensivas.

Pero el Madrid no celebró más títulos que el Mundial de Clubes, y Florentino Pérez, el mismo presidente que se encaprichó en su día de James, cesó a Ancelotti, entrenador muy apreciado por el plantel, y apostó por la meticulosidad de Rafa Benítez.

El técnico madrileño y el jugador latinoamericano no congeniaron desde el inicio, y este se tomó como afrenta personal unas declaraciones de Benítez en noviembre, en que deslizó que el futbolista andaba fuera de forma después de haber disputado la Copa América con su selección, retrasado su incorporación a la pretemporada madridista, y sufrido una lesión muscular en septiembre.

“Ya habéis visto todos cómo está James. Le falta mucho trabajo y tiempo para recuperar su nivel”, señaló Benítez tras una derrota por 3-2 ante el Sevilla en la liga, aparentemente poco impresionado por el gol que anotó el volante tras ingresar de suplente.

Abierta la veda, James devolvió el dardo días después, cuando marcó un gol en la igualada de Colombia, 1-1 contra Chile.

“Cuando no estoy acá, sufro mucho. Para que sigan hablando de que no estoy bien”, espetó a los medios de su país.

Cada vez menos involucrado en los planes del timonel, la situación pareció dar un vuelco en favor de James en diciembre, cuando Pérez relevó a Benítez por Zidane, quien de inmediato se acercó al cafetero y dedicó también elogios a Isco, el otro mediocentro creativo ninguneado por el destituido entrenador.

“Los dos son muy buenos, son jugadores importantes. Hay que darles cariño y confianza”, expresó entonces.

Pero, pese a unos inicios alentadores bajo la tutela del estratega francés, el rol de James volvió a menguar, y el futbolista no logró revertir la tendencia, hasta desaparecer por completo en el tramo decisivo de la temporada y ejercer de mero espectador en la final de la Champions.

Falto de ritmo y confianza, el cucuteño nunca se enganchó al juego del Madrid. Ni partiendo de titular, ni cuando Zidane, quien creó escuela en su día como organizador, le dio la alternativa de suplente.

El cucuteño sí jugó en 21 de los 27 partidos dirigidos por “Zizou”, aunque en solo una docena arrancó desde el “vamos”, apenas completó cinco, y contabilizó cinco goles, dos dianas más que en la etapa de Benítez, cuando formó nueves veces en el once de los 14 cotejos en que estuvo disponible.

El jugador rápido de mente y pies, incisivo con la pelota y sacrificado sin ella había dado paso en su segunda campaña en la entidad a un futbolista ramplón, lento y torpón, enredado en sí mismo, sin capacidad de encontrar la luz que le exigía con creciente urgencia el Bernabéu.

Poco dados a las segundas oportunidades, los aficionados merengues le reprocharon cada vez más sus decepcionantes actuaciones, deteriorando su idilio inicial hasta derivar en sonoras pitas, sin duda alimentadas por los rumores sobre sus correrías nocturnas en la capital española.

Tampoco ayudaron los murmullos de su entorno más cercano exigiendo respeto, un incidente con la policía por exceso de velocidad en enero, o las incendiarias palabras de Cristiano en febrero, cuando el portugués explotó tras perder en la liga contra el Atlético.

“Si todos estuvieran a mi nivel, igual estábamos los primeros”, denunció el astro, sin ocultar su malestar.

Al final, James acabó el año con Zidane de la misma manera como lo empezó con Benítez, siendo suplente en la primera fecha liguera, un insulso empate sin goles en cancha del modesto Sporting de Gijón.

La diferencia radica en que, entonces, el colombiano gozaba de amplio crédito en el equipo merengue, mientras que ahora su mención genera todo tipo de especulaciones en torno a su futuro.

“Ha sido una temporada extraña. De las cosas malas siempre se aprende. Hay que dejar todo atrás y esperar que la siguiente será todo bueno”, expresó tras la conquista de la “Undécima”, sin descifrar sus intenciones. “Mi idea es estar muchos más años aquí, pero en el fútbol nunca se sabe”.

Tras dos horas largas de tensión, frustración y celebración agridulce, James debió buscarse un hueco en la foto conmemorativa, quien sabe sí la última oficial con la camiseta del Madrid.