Flor de corredor

{Banda Sonora: Loquillo Y Los Trogloditas – Morir en primavera}

Por ÀLEX OLLER

Advierten los historiadores de que los héroes son peligrosos, por impetuosos y poco calculadores, y conviene nuestro excéntrico de referencia, Jacinto Antón, quien tuvo en su día ocasión de interceder en un golpe de estado y optó, muy sabiamente, por la precaución. Hay veces en que lo mejor es no hacer nada o, como mucho, ir a por un bocadillo de chorizo al bar y esperar a que la cosa se resuelva por sí sola con el menor número de víctimas posible. Algo parecido pensará Adam Yates, líder de la Volta a Catalunya, cuando ve escaparse a Rémi Cavagna este viernes camino de Montserrat. El jefe del Ineos valora la inclinación del trazado restante, observa los movimientos a su alrededor y se decanta por la no-intervención. Mañana será otro día.

Por suerte para los aficionados al ciclismo, no todos en el pelotón opinan igual. Los hay, como Mikel Bizcarra y Sébastien Reichenback, que piensan que ni de coña van a dejar vía libre al francés y se lanzan a una endiablada persecución hasta dar con la rueda del corredor del Quick-Step en la cima del icónico monasterio. Del reunificado grupo emerge Carlos Verona, otro valiente en busca la primera victoria para un desdibujado Movistar, cuyo mejor representante en la carrera, Alejandro Valverde, clasifica cuarto en la general, a un minuto y tres segundos de Yates. Verona luce buen ritmo, aunque también es alcanzado por sus perseguidores y levanta entonces la mano Lennard Kamna, tercer incauto de la jornada, a tenor de lo expuesto. En el fondo, la historia no se escribiría sin ellos, los capaces de lanzarse al vacío con o sin seguidores, sin saber si, del otro lado, les espera una red o una santa hostia. “Al infierno o a la gloria”, como diría Errol Flynn en Murieron con las botas puestas.

La primavera es juguetona, incierta, traicionera. Uno no sabe si salir en mangas de camisa o pillarse una rebequita. Se trata de una estación, ante todo, seductora, y esta quinta etapa de 26 de marzo se le insinúa a Kamna cosa mala; y el bajasajón, que es alemán pero no es de piedra y cuenta a su favor con la confianza propia de la juventud, responde con un Let’s Get It On digno del más desbocado Marvin Gaye, pisa con fuerza el pedal y alcanza una vertiginosa velocidad de 70 kilómetros por hora rumbo a La Seu de Manresa. Poco importa que, previamente, se haya dado un costalazo de primera el estadounidense Gavin Mannion, quien exhibe maillot destrozado y heridas de guerra en el flanco izquierdo. Como al amigo Marvin, a Kamna le puede la insistencia. No en vano, ya probó suerte en las etapas con final en Calella y Port Ainé y no va a desistir ahora. Let’s Get It On, va, venga.

“Tiene vista, sabe correr y es un ciclista ganador”, valida en Esports3 Joaquín Fernández. Voz autorizada donde las haya, Purito destaca el instinto del escapado para, más allá de los parámetros marcados por la dirección del BORA, elegir el instante justo para lanzar su ofensiva definitiva. “Ayer ataqué demasiado pronto, pero hoy vi el momento”, reconoce Kamna, una vez cruzada la meta con amplio margen sobre el portugués Ruben Guerreiro y Bizcarra, a 39 y 42 segundos, respectivamente. El día, que arrancó con la baja del equipo Kern Pharma por positivo de Covid-19, acaba sin novedades en la general, donde Yates mantiene su colchón sobre Richie Porte, Geraint Thomas, Wilco Kelderman y Valverde. El Bala se guarda por ahora un último cartucho, quizás para el sábado, con etapa rompepiernas entre Tarragona y Mataró, o el domingo, esperando algún despiste en la Montaña Olímpica de Montjuic.

La primavera depara sorpresas –algunas agradables, otras no tanto– a cada curva. Por ahora, del pelotón de esta Volta ha brotado –permítanme el homenaje al desaparecido compañero Alberto Sonsol– lo que en Uruguay definirían sin reservas como flor de corredor.

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