Pichardo duerme bien, salta mejor, y clasifica con holgura

[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2015 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

BEIJING (AP) – Pedro Pablo Pichardo se define dormilón, genera a su vez sueños de triunfo para Cuba, y algo de evocación onírica tuvo la contemplación de sus atléticos vuelos, con larga suspensión en el aire, que realizó el miércoles en el Mundial de Atletismo en Beijing.

“Estoy bien y listo para mañana. Hoy no me he `chispado’, como decimos en Cuba, pero mañana voy a estar mucho mejor”, aseguró Pichardo nada más acabar la tanda de clasificación en el triple salto y sellar sin problemas su boleto a la final que se disputará el jueves por la tarde, y en que pugnará por la medalla de oro con el estadounidense Christian Taylor.

Al cubano le valió un buen tercer salto, en que marcó la mejor distancia entre los competidores con un registro de 17.43 metros. Taylor quedó segundo con 17.28.

“Estuve tiempo sin saltar por los problemas que tuve en los gemelos y quizás me dio por relajarme demasiado al principio para no desgastarme mucho. Pero salió el resultado, que era el objetivo”, resumió el caribeño, quien espera ir de menos a más en el certamen. “En los Juegos Panamericanos no estuve a tope por la lesión y salté algo acobardado. Recuperar la confianza era fundamental y lo he conseguido”.

A tenor de lo visto en el Nido de Pájaro, el máximo favorito para el jueves es Pichardo, también porque ostenta la mejor marca mundial de la temporada con 18.08 metros saltados y la tercera mejor marca de todos los tiempos.

“No subestimo a mis rivales, pero no compito contra Taylor, sino contra mí mismo, por ganar yo”, subrayó el medallista de plata del mundial de Moscú 2013 y campeón de los recientes Juegos Panamericanos de Toronto.

 

“Está como una bala”, opinó su entrenador, Daniel Osorio, reafirmado en su alegre vaticinio de la previa. “Taylor siempre está allí, pero Pedro está listo para ponerle un buen sello a una temporada que ha sido excelente. Creo que tendrá un buen resultado”, aventuró.

La esperanza no es solo lograr un nuevo oro para Cuba, que ya celebró el martes el triunfo de Denia Caballero en lanzamiento de disco, sino seguir apretando por derribar el longevo récord del mundo de 18.29 metros que conserva el británico Jonathan Edwards desde 1995.

“En lo personal no me gusta mencionar el récord, porque sería mala suerte. Pero estoy acá para lograr el oro y una marca que no haya conseguido nadie aún en el triple. Creo que se puede lograr”, comentó Pichardo, quien disfrutó por televisión del triunfo de Caballero la jornada anterior. “Me motivó mucho. Ella es la que nos va a jalar a todos”, dijo.

El último oro de Cuba en el triple salto masculino se remonta a la victoria de Yoelbi Quesada en Atenas 1997. La isla cuenta otras tres medallas de plata en la modalidad, incluyendo la de Pichardo y un par de bronces de Alexis Copello y Aliecer Urrutia.

El joven de 22 años, que en su día valoró dedicarse al boxeo y gusta a la vez de practicar el fútbol, espera ahora cambiar la dinámica, ni que sea por los amuletos que luce suspendidos del cuello: una medallita con un águila, símbolo de vuelo alto y majestuoso, y otra con su ángel de la guarda. Aunque Pichardo también espera que el horario vespertino colaboré a mejorar su desempeño.

“Ayer no pude felicitar a Denia (Caballero) porqué estaba descansando en mi habitación y no la vi. La verdad es que dormí muy bien. Me alegro de que la final sea por la tarde, porque es muy incómodo para mi levantarme temprano”, sonrió el confiado finalista, con la esperanza de añadir pronto un nuevo colgante dorado a su poblado torso.

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