El mundial se acaba pero la vida sigue para trío mexicano

[Este artículo fue editado y publicado en julio de 2013 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

BARCELONA, España (AP) – “¡No pares, sigue, sigue! ¡No pares, sigue, sigue! ¡Ahí está el tiburón!”, cantaba el popular estribillo de aquel éxito del grupo neoyorquino de originen dominicano, Proyecto Uno. Y, aunque la rima no fue lo primero que les pasó por la cabeza a Miguel Hernández, Iván López y Lizeth Rueda hace un tiempo en las aguas de Cancún, el instinto fue inequívoco: bracear y patalear lo más rápido posible hasta ponerse a salvo.

“Estábamos entrenando y vimos pasar un tiburón justo por debajo nuestro, a unos cuatro metros de profundidad. Primero lo vi yo. Me paré y avisé a los demás al grito para que nos saliéramos de allí rapidísimo. Nos asustamos mucho”, recordaba el jueves López, después de que el trío mexicano de aguas abiertas cerrara su participación en el mundial de natación con un 16to lugar en la prueba de los cinco kilómetros por equipos.

Fue el segundo combinado latinoamericano en alcanzar la meta, emparedado entre Argentina (15ta) y Venezuela (17ma), en una carrera que coronó a Alemania ganadora, por delante de Grecia y Brasil.

“Para cuando Iván gritó ‘¡tiburón!’ ya iba nadando hacia la orilla”, reía Rueda, quien apenas 48 horas antes había hecho un esfuerzo considerable para tomar la 22da plaza en la prueba individual femenil de los 10 kilómetros, quedando a 17.4 segundos escasos de la vencedora.

El cansancio probablemente pasara factura a la joven tapatía en la prueba por equipos, pero allí López sí asumió plenamente sus responsabilidad como veterano, encargándose de salvaguardar el máximo orden posible en unas circunstancias tan adversas como son las carreras en aguas abiertas. “Lo  difícil fue mantener a la mujer cerca de nosotros, a buen ritmo y, aunque pudimos haber ganado unos 20 segundos más cambiando un par de cosas en la estrategia, creo que en general sí que lo logramos”, valoró el nadador, matizando que “cada año esto se va haciendo más difícil por el gran número de participantes. El mundial estuvo como se esperaba. Ha sido el más duro de los últimos años y estamos contentos con nuestra participación”, resumió.

“NI siquiera gritó realmente ‘¡tiburón!’. Fue más bien un ruido impronunciable y ya estaba como a 15 metros de nosotros cuando nos dimos cuenta”, remachó con sorna Hernández, quien valoró positivamente su actuación como debutante en Barcelona. “Para ser mi primer mundial, siento que hubo un nivel muy fuerte y regreso a casa con la perspectiva de entrenar mejor, añadiendo más kilómetros y velocidad. Era también la primera ocasión en que competíamos juntos y fallamos en algunas cosas. Yo nunca había trabajado así, pero entrenando más tiempo las corregiremos”, analizó.

El mediano del equipo pecó de inexperiencia en la prueba, al cometer un error impropio de cita mundialista que le costó un sobreesfuerzo. “Fue por novato. No me apreté los ‘goggles’ lo suficiente al principio y se me cayeron a la tercera vuelta. Pero hubo muy buena comunicación con mi entrenador: levanté la mano en la recta de regreso, y apenas pudo alcanzarme los de repuesto”, explicó.

Rueda venía de sufrir su propio problema con los anteojos en la prueba anterior, aunque en esa ocasión fue por el golpe de una rival, y la tapatía mantuvo que todo lo ocurrido en Barcelona le servirá para progresar a partir de ahora. “En esta competencia he crecido bastante. Hablamos con Iván antes de la carrera sobre quien la iba a ganar, porque muchos países estaban muy fuertes y la verdad es que no se sabía. Nos faltó experiencia en esta modalidad, pero me voy muy contenta y con motivación porque ahora siento que estamos allí cerca y tenemos el nivel para mejorar aún más”, resumió.

La buena onda y amistad entre los tres mundialistas era latente nada más completada la dura competencia, y proyecta optimismo sobre el asalto de futuros objetivos, como sin duda lo son los próximos Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro. “Me llevo muy bien con ambos, y es un orgullo nadar en un relevo con un nadador tan experimentado y de tanto nivel como Iván”, dijo Rueda, quien definió al mayor como “muy juguetón, bromista y amigable. El día de mi competencia estuvo animando del principio al final y se agradece”.

López, quien había finalizado en 35to lugar la carrera del lunes en los 10 kilómetros, 13 puestos por delante de Hernández, enumeró “la persistencia y el enfoque continuo” como principales virtudes de Rueda. “Intento darle consejos y que pase un buen rato cuando se estresa, porque creo que estar contento sirve para competir mejor”, consideró.

Cerrada su participación y sin tiburones a la vista en la costa mediterránea, los atletas esperaban gozar de unas horas de asueto y visita turística antes de tomar el vuelo de regreso a México a la mañana siguiente. Tiempo limitado, en todo caso, para la imprescindible visita a la basílica de la Sagrada Familia y poco más. La vida sigue y no para para el trío mexicano.

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