{Banda Sonora: De ti sin mí – De mí sin ti – Delafé y las Flores Azules}
Por ALEX OLLER
¿No parecen mucho, no?
1,5 metros equivalen aproximadamente a la longitud de un escritorio de oficina, la anchura de una cama de matrimonio, y generalmente menos que la de un automóvil.
Y en cambio, en demasiadas ocasiones, miden el límite entre la vida y la muerte.
En la carretera no suele haber margen para el error.
1,5 metros es la distancia requerida por la Dirección General de Tráfico para que un coche efectúe una maniobra sobre una bicicleta con un mínimo de seguridad para el ciclista adelantado.
La reciente ola de homicidios sufrida por este colectivo no hace más que otorgarle relevancia informativa a un hecho –la reiterada violación de este espacio vital por parte de conductores– largamente denunciado por los defensores del civismo, en particular sobre el asfalto, donde España está a la cola de Europa… por lo menos.
El ciclismo no es solo un bello deporte que trasciende fronteras y nos emociona con etapas épicas y carreras míticas como el ya centenario Giro de Italia, que estos días afronta un apasionante desenlace entre el holandés Tom Dumoulin, el colombiano Nairo Quintana y el italiano Vicenzo Nibali.
Es también una opción de transporte ecológicamente sostenible para muchos ciudadanos; y un modo de vida para otros tantos amantes de la ligera y estética montura y el pedaleo, que disfrutan de su placentera cadencia, el paisaje con pausa o el simple roce de la brisa contra el rostro.
¿Es demasiado pedir que se respeten las normas, que se trate con deferencia a quienes, con el mismo derecho pero mayor vulnerabilidad, comparten la vía pública?
1,5 metros. Insisto.
Pero, como diría Groucho Marx, si no les gusta este, tengo más datos:
-Pendientes de las cifras finales de la DGT, España suma 51 ciclistas fallecidos en accidentes de tráfico, entre 2016 y 2017,
-El 82% de los accidentes mortales ocurren en vías interurbanas, donde en 2015 se registraron 2.013, casi el doble de los 1.082 totalizados en 2009.
Ante la creciente inseguridad, conviene pues, repasar lo estipulado por el código de circulación en carretera, tanto para conductores como los propios ciclistas:
-Los ciclistas deben circular por el arcén de las carreteras urbanas. Si no es transitable, pueden utilizar la parte imprescindible de la calzada
-En autovías solo podrán circular por el arcén siempre que sean mayores de 14 años. En autopista tienen prohibido circular.
-Se puede circular en grupo, no en pelotón, pero extremando las precauciones para evitar toques entre ellos. Podrán circular en paralelo, pero en columna de un máximo de a dos, siempre lo más a la derecha posible de la vía.
-Es obligatorio el casco en vías interurbanas. Es preceptivo el uso de luz delantera y reflectante trasero, y usar una prenda reflectante si se circula de noche.
-La distancia mínima de seguridad es de 1,5 metros entre vehículo motorizado y ciclistas. En caso de adelantamiento, se debe ocupar parte del carril contiguo o contrario, incluso si la línea es continua, y mantener el margen de seguridad. Está prohibido adelantar si la maniobra pone en peligro al ciclista, o a otros ciclistas que viajen en sentido contrario.
-La velocidad máxima del ciclista no debe exceder los 45 kilómetros por hora.
Soy plenamente consciente de que no todos los accidentes se producen por la violación de ese espacio mínimo requerido. Algunos son directamente producto de la inconsciencia y desconsideración más atroz, como ponerse al volante con la tasa de alcohol por las nubes, directamente drogado, o ambas cosas a la vez.
Hay mucho trabajo educativo por delante para erradicar de una vez por todas tan nocivas conductas para nuestra sociedad.
Propongo pues, empezar con lo básico.
1,5 metros.
Repitan conmigo.