Bacca luce galardón, olfato y ambición en Sevilla

[Este artículo fue editado y publicado en octubre de 2014 por THE ASSOCIATED PRESS]

Por ALEX OLLER

BARCELONA, España (AP) – Recién declarado el mejor jugador americano de la pasada temporada en la liga española, el colombiano Carlos Bacca subió al podio de la gala celebrada en Madrid y, luciendo riguroso traje negro, agradeció a “Dios, mi familia, mis compañeros y los directivos del Sevilla” por el galardón recibido.

Tímido ante los focos, Bacca pocas veces exhibe en público las virtudes que le han convertido en uno de los delanteros más temidos del campeonato ibérico y del equipo andaluz, con el que suma 28 goles en 65 partidos desde su arribo; suficientes como para merecer el premio por encima de figuras mediáticas como el brasileño Neymar o el argentino Angel Di María, los otros finalistas que consideraron los votantes.

Llegó a Sevilla sin hacer demasiado ruido en julio de 2013, tras dos campañas en el Brujas belga y, apenas un año después, conquistada la Liga Europa ante el Benfica y firmado el quinto lugar del campeonato con el club hispalense, es cara conocida para los niños aficionados al ritual de intercambio de “monas” (cromos) en el patio del colegio.

Y eso que el que debía ser su gran escaparate, la Copa del Mundo de Brasil 2014, no acabó siéndolo del todo. La previsión era que, una vez completado su mejor año como profesional, Bacca paliara en parte la lesión del goleador Radamel Falcao, baja para la totalidad del torneo. Pero el sevillista también llegó mermado a la cita, con molestias musculares que le impidieron ingresar en el equipo titular de Néstor Pékerman. Apenas jugó un partido saliendo desde la banca, un total de 20 minutos sin posibilidad de anotar gol en los cuartos de final contra Brasil, aunque disfrutó de la mejor clasificación histórica de Colombia.

De vuelta a Sevilla, el ariete asumió un rol diferente al de su primer año, cuando los aficionados del Sánchez Pizjuán se habituaron a verle calibrar con precisión casi milimétrica la línea que separa el fuera del juego del grito del gol, esprintando hacia el arco contrario a la mínima oportunidad.

“Esta temporada el equipo es diferente y el entrenador me pide más trabajo en la recuperación, estar más juntos y ser el primer defensor para que podamos salir rápido al ataque, porque somos muy verticales”, explica el futbolista, quien también ha demostrado mayor liderazgo en la caseta.

Discreto, pero de carácter afable y trato cercano, el colombiano se ha ganado el respeto tanto de compañeros como empleados del club, quienes destacan su capacidad para hacer grupo y priorizar el éxito colectivo por encima del logro individual. Y entre sus mayores adeptos se encuentra también el más importante: el técnico, Unai Emery.

Su irrupción la campaña anterior sacó del equipo titular a un delantero tan válido como el francés Kevin Gameiro, quien a su vez acabó el curso con 21 dianas en 49 partidos. Bien es sabido que el director deportivo andaluz, Ramón Rodríguez “Monchi” es deseado por los grandes clubes europeos por su buen ojo a la hora de fichar jugadores emergentes, y el fondo de armario de Emery es amplío. Pero la fuerte competencia no ha sido, hasta la fecha, impedimento alguno para la buena sintonía entre el plantel, con Bacca como claro exponente.

“Se nos fueron jugadores fundamentales dos días antes de empezar la temporada, pero supimos reponernos con incorporaciones importantes y el equipo ha hecho las cosas bien. No partimos de cero, pero sí del veinte por cien respecto al año pasado y trabajamos con la mentalidad de mejorar lo conseguido el campeonato anterior”, explica el colombiano, quien no oculta su deseo de formar próximamente dúo atacante con Yago Aspas, pendiente como está de activar también a los habituales suplentes.

La vara alta se la puso Emery al inicio de campaña, cuando declaró que “está por verse el mejor Bacca: el año pasado manejó cifras muy altas y el objetivo es mejorarlas”.  Y el timonel no la bajó desde entonces, cosa que agradece el delantero, quien reconoce que “a veces tomo decisiones apresuradas. Unai es un entrenador del que he aprendido mucho. Dice que, cuando llegué del Brujas, fallaba un gol y me quedaba allí. Ahora lo sigo intentando”.

El delantero va camino de satisfacer todas las exigencias con un registro actual de siete tantos en nueve partidos ligueros, marcando un ritmo que superaría las 14 redes de su temporada inicial (21 en el total de competiciones). Entonces marcó un gol de penal, mientras que en el curso actual ya ha convertido tres lanzamientos desde los once metros, señal de que ha ganado también galones en un equipo que va como un tiro en la liga: escolta del líder Barcelona pero con los mismos 22 puntos tras nueve fechas disputadas.

“Es muy bonito llegar a casa, ver la televisión y todos los comentarios con el equipo segundo. Hay que disfrutar del momento, pero con los pies en el suelo”, dijo Bacca tras ganar 2-1 al Villarreal el pasado domingo, también gracias a un gol suyo de pena máxima en los descuentos. El Athletic de Bilbao, al que aún no ha marcado, asoma como próximo rival, el domingo en el flamante estadio San Mamés.

Solo el balance goleador separa por ahora el primer puesto del Barsa del que actualmente ocupa el Sevilla. En eso puede y debe colaborar Bacca, recolector de goles y galardones en la liga española, plenamente integrado entre la élite futbolística que forman astros como Cristiano Ronaldo y con quien comparte un rasgo común: la ambición desmesurada.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *