[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2012 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
LONDRES (AP) — Yamaguchi Falcao sorprende primero por el nombre, híbrido entre portugués y japonés. Pero lo que más impacta son sus puños, como pudo dar constancia el lunes el indio Sumit Sangwan, quien cayó derrotado ante el brasileño en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El subcampeón panamericano Falcao, de 24 años, sudó de lo lindo para imponerse finalmente por un ajustado 15-14 que fue discutido por buena parte de los asistentes. Sangwan, un boxeador que mostró buenas maneras, llegó al tercer asalto con desventaja de 10-8 pero se impuso en el round final por 6-5, quedando al límite de la remontada.
“Ha sido un rival difícil. Doy gracias a Dios por la victoria. Se la dedico a mi familia, que está en Brasil con gran felicidad en el corazón”, dijo tras la pelea un aliviado Falcao, el tercer brasileño que ganó su primer combate. Otros dos perdieron. Previamente, su compatriota Juliao Henriques se deshizo del norcoreano Jong Pak en peso mosca para clasificar a la ronda de 16.
En caso de victoria contra su siguiente rival, el chino Fanlong Meng, Falcao tendría un combate complicado en cuartos de final, seguramente ante el cubano Julio La Cruz, actual campeón del mundo. Precisamente La Cruz fue quien apartó a Falcao de la medalla de oro panamericana en la final.
Brasil trajo siete boxeadores a Londres y busca su primera medalla sobre el ring desde que Servilio de Oliveira ganara el bronce en México 1968.
Falcao agradeció el apoyo de la empresa brasileña Petrobras, quien colabora con el pugilismo olímpico de su país, ansioso por totalizar medallas sobre el ring de cara a los Juegos de Río de Janeiro.
“Quiero estar en Río 2016 representando a mi país. Vivimos mejor como atletas olímpicos que como profesionales”, dijo Falcao, cuyo nombre de pila es un homenaje a la profesora de judo de su padre. Cuando la judoka japonesa falleció previo al nacimiento de Falcao, el progenitor quiso honrar su memoria bautizando a su primer hijo Yamaguchi.
Sorprende también el ostentoso colgante que luce tras el combate, y en este caso, la explicación radica en la superstición.
“Fue un regalo de una referí dominicana. Me dijo que le gustaba mucho como boxeaba y me lo ofreció bajo la condición que lo llevaría en los Juegos para que me diera suerte. Le prometí que lo haría y ganaría una medalla”.
Además de su amuleto, Falcao acudió a Londres acompañado de su hermano menor Esquiva, quien compite en la categoría de peso de 75 kilos. “Una vez nos enfrentamos y le gané, pero yo soy dos años mayor que él y, desde entonces, prometimos que no volveríamos a pelear el uno contra el otro”, explica el primogénito, que participa en semi-pesado.
Esquiva, quien fue bronce en el pasado Mundial Aficionado de Bakú, también buscará subir al podio en Londres, donde debuta el próximo jueves, tras clasificarse directo a segunda ronda.
Mientras, Yamaguchi y su amuleto de la suerte siguen adelante.