[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2019 por AGENCE FRANCE-PRESSE]
Por ALEX OLLER
LIMA, Perú (AFP) – En femenino, con acento latino y nuevos valores, cerró el atletismo en Panamericanos
Invitado estelar de Lima-2019, el mítico velocista Carl Lewis, nueve veces campeón olímpico, advirtió a su llegada a los Juegos Panamericanos que “los récords se pierden con el tiempo, pero la gente recuerda la emoción de la competición, las grandes actuaciones, aunque uno no gane”.
Con un cartel de lujo, la emoción parecía más que asegurada en las pruebas de atletismo que se iban a disputar en la capital peruana. Y aunque algunas estrellas acabaron por bajarse a última hora, para el recuerdo quedaron, ciertamente, algunas actuaciones memorables: los nuevos récords –sí, también- panamericanos registrados por la jamaiquina Shelly-Ann Fraser-Pryce y la venezolana Yulimar Rojas, el despegue –parece que definitivo– del saltador cubano Juan Miguel Echevarría o inéditos triunfos como el de la costarricense Andrea Vargas.
Vargas, quien ganó la final de 100 metros vallas, se convirtió en la primera fémina en colgarse una medalla de oro en el atletismo para su país, donde solo Nery Brenes se había coronado previamente campeón panamericano, en Guadalajara-2011.
– Yulimar marcó territorio –
Sobre el tartán de la capital peruana, destacaron en especial mujeres como Rojas o Fraser-Pryce, quien firmó un récord panamericano de 22.43 en los 200 metros, reforzó su condición de madre más veloz del mundo a sus 32 años y, como bien resumió ella misma con su melena color lima al viento, puso “un poco de color a Perú”.
De los seis triunfos de Jamaica en el estadio de La Videna, cuatro fueron para las mujeres, contando también a Elaine Thompson, que pasó de puntillas por la prueba reina de los 100 metros.
Rojas, a su vez teñida de naranja-calabaza, dio espectáculo en el triple salto a pesar de la ausencia de la colombiana Caterine Ibargüen y dejó una marca inédita de 15,11 en el foso limeño, la mejor de su temporada y un buen augurio de cara al Mundial de Doha. En Catar espera reencontrarse con su gran rival, quien se retiró de la competencia tras quedar sexta en el salto largo de la jornada de apertura, alegando lesión.
“La eché de menos”, concedió Rojas quien, consciente de que “no podía fallar”, se esmeró en avanzar un poco más en su afán por tomar el relevo de Ibargüen, 12 años mayor.
El frustrado duelo Ibargüen-Rojas deslució algo la fiesta panamericana, como lo hizo previamente la no comparecencia del estadounidense Justin Gatlin en las pruebas de velocidad.
– A rey muerto, rey puesto –
Pero si Lima-2019 perdió un astro sin el vigente campeón de los 100 metros, ganó un nuevo rey del vuelo en el cubano Echevarría, llamado como Rojas a marcar época en su modalidad.
A punto de cumplir 21 de años el domingo, el oriundo de Camagüey se impuso con autoridad en el salto largo, al brincar una distancia de 8,27, y se postula como serio aspirante al título en Doha, por no hablar de trazarse objetivos de lo más ambiciosos, como superar algún día la barrera de los nueve metros.
Por Cuba voló también alto la garrochista Yarisley Silva, quien se anotó, a sus 32 años, su tercer oro panamericano y brilló de nuevo sobre un gran escenario internacional tras una prolongada sequía.
Se desquitó a la vez su compatriota Yaimé Pérez, finalmente vencedora sobre otra cubana, Denia Caballero, quien quedó fuera del podio en el lanzamiento de disco, quizás insinuando el fin de su reinado.
Otro que apuntó maneras fue el colombiano Anthony Zambrano con un doble triunfo en los 400 y el equipo de revelos, Islas Vírgenes Británicas, Barbados y Granada se colgaron sus primeros oros panamericanos en La Videna y el medallero lo copó nuevamente Estados Unidos con siete y 33 preseas en total; más del doble que su inmediato perseguidor, Brasil.
Pero como bien recordó hace una semana su ciudadano ilustre Lewis, en el atletismo solemos recordar más las grandes actuaciones que los fríos números. Y si de espectáculo se trata, el ‘show’ en Lima lo pusieron mayormente las latinas.