[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
RIO DE JANEIRO (AP) – Alejandra Valencia no se trajo el violín a Rio de Janeiro y sí las flechas, pero al final no acertó a clavar las necesarias en la diana como para adjudicarse una medalla en tiro con arco, y la mexicana se quedó a las puertas del bronce el jueves en los Juegos Olímpicos.
Ni siquiera en el Sambódromo hubo fiesta para México, que sigue sin estrenarse en el medallero después de que Valencia cayera por 3-2 frente a la surcoreana Ki Bobae en su duelo por subirse al podio.
“Ella no me ganó. Yo perdí por mis errores: tiré con miedo al aire, intentando compensar. Ya en la semifinal –también perdida contra la germana Lisa Unruh, eventual medalla de plata–, me faltó fuerza y estuve tensa. Voy a tener que mejorar”, comentó la Valencia tras su última prueba, que se desarrolló bajo un intenso viento y derivó en erráticos sets por parte de ambas competidoras.
La surcoreana tomó la ventaja en el primer parcial por 26-25, pero Valencia equilibró al llevarse el segundo por 29-28.
En la tercera manga, Ki recuperó la delantera por 26-25, pero el viento le jugó una pésima pasada en la cuarta. Disparó la peor flecha del combate, de apenas tres puntos, y Valencia se impuso 27-21 para volver a empatar.
Ki se serenó y atinó tres flechazos al centro de la diana en el quinto y definitivo set para un 30-25 que le dio el bronce.
“Alejandra ha mejorado mucho y hoy tiró muy bien”, opinó el coreano Woong Lee, seleccionador nacional de México, quien lamentó no haber dispuesto de mayor tiempo de preparación pese a que la sonorense puso en pausa sus estudios diez meses atrás para desplazarse a Ciudad de México a entrenar junto al cuerpo técnico.
Las arqueras mexicanas conquistaron plata y bronce en Londres 2012, con Aída Román y Mariana Avitia, respectivamente. Del Sambódromo se marchan sin baile y con las manos vacías.
Tampoco pudo hacer sonar la música Valencia, que sin embargo mejoró notablemente su 17mo lugar de los últimos juegos. Aficionada al violín en sus ratos libres, la sonorense se dejó esta vez el instrumento en casa y se dedicó en exclusiva a la competencia, dejando a un lado sus múltiples aficiones creativas para pulir el repetitivo y mecánico arco de apuntar y tirar a diana.
“Es una chica tranquila pero con muchas inquietudes. Le gusta dibujar, pintar, escribir y escuchar música”, comentó Lee. “Siempre sonríe. Aunque hoy vi que estaba más nerviosa de lo habitual porque le fue cambiando el color de la cara con el paso de la competencia: se fue poniendo roja”.
Quizás presa de la tensión del momento con numerosos seguidores mexicanos apoyando desde las gradas, la tiradora de 21 años perdió finalmente el bronce ante una rival impertérrita y perfecta en sus tres últimos tiros.
Pero la sonorense definitivamente no perdió la sonrisa, por mucho que la delegación mexicana siga sin una sola presea en la sexta jornada de los Juegos.
“Ni modo. Me voy con buen sabor de boca y aprendizaje. Cumplí mis objetivos. Me pongo un ocho de diez porque cometí errores. Pero me siento bien”, zanjó Valencia.