[Este artículo fue editado y publicado en abril de 2016 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
MILÁN, Italia (AP) – Zinedine Zidane, de 43 años, y Diego Simeone, tres años mayor, coincidirán el sábado en el estadio San Siro por la final de la Liga de Campeones entre sus respectivos equipos, Real Madrid y Atlético de Madrid. Pero el escenario no será tan novedoso para ellos como para la gran mayoría de sus jugadores, o los aficionados que se desplacen con la ilusión de ver a los blancos levantar su 11ma Copa de Europa, quizás la primera en caso de los colchoneros.
Ambos técnicos pisaron más de una vez la cancha que comparten AC Milan e Inter Milan, los dos históricos clubes de la ciudad, cuando militaron como futbolistas en la liga italiana a lo largo de la década de 1990 y parte de la década posterior.
Marsellés de cuna con raíces argelinas, Zidane sacó el máximo provecho de su talento natural, así como de la escuela técnica francesa, destacando como elegante organizador con llegada al área y carácter sobrado para echarse el equipo a la espalda. Esas virtudes le llevaron a conquistar la Champions, ya con el Madrid, y empiezan también a percibirse en su incipiente carrera como entrenador, que por ahora dirige con la vista alzada y visión panorámica propia del mariscal, la pelota bajo la suela del botín.
La trayectoria del argentino Simeone como técnico es más larga y laureada, no sólo con base en el palmarés, sino en cómo lo ha conseguido en inferioridad de condiciones respecto a sus rivales. También forjado como futbolista en el Calcio italiano, el “Cholo” mamó igualmente conceptos de su compatriota Carlos Bilardo en el Sevilla e incluso Radomir Antic, con el que congenió el tiempo justo para celebrar un histórico doblete de Copa del Rey y liga española en el Atlético de Madrid. Como Zidane, se caracterizó por pisar el área con peligro, pero su fútbol siempre fue más de escaramuza que periscopio; un arte de guerrilla perfeccionado desde la banca y que su equipo espera validar el sábado con el trono europeo en juego.
Años atrás hubieran formado un mediocampo de ensueño. Hoy se retan, pizarra en mano. Aquí les comparamos:
PALMARÉS COMO TÉCNICO
Simeone: Ganador del campeonato Clausura 2008 en Argentina con River Plate y del Apertura 2006 con Estudiantes. Desde que llegó al Atlético, ha celebrado la consecución de la Liga Europa (2012), Copa del Rey (2013), liga española (2014) y Supercopas de España (2014) y Europa (2012).
Zidane: Ningún título.
FILOSOFÍA DE JUEGO
Simeone: Más que un equipo defensivo como muchos han interpretado, el “Cholo” apuesta por una escuadra camaleónica con futbolistas de roles intercambiables, capaces de amoldarse a variantes escenarios y rivales. La posesión de la pelota sólo importa cuando la situación lo requiere, pero nunca prevalece lo estético sobre lo práctico. Estrategia a balón parado, seguridad atrás, robo y contragolpe son sus señas de identidad, pero sin renunciar a ser protagonistas.
Zidane: El Madrid ofrece un juego más alegre en el plano ofensivo desde que tomó el mando, con libertad de movimientos para los delanteros pero constante demanda de asociación y relevos, personificada en la figura del mediocampista recuperador Carlos Casemiro. Zidane es notablemente más laxo que su antecesor, Rafa Benítez, a la hora de fomentar la creatividad de sus futbolistas, pero tampoco olvida los conceptos defensivos asimilados de su etapa en el Calcio y la selección francesa campeona del mundo.
HISTORIA COMO JUGADOR
Simeone: Tras iniciarse en el Vélez Sarsfield argentino, emigró al modesto Pisa italiano y de allí dio el salto a la liga española para enrolar en el Sevilla, donde ejerció brevemente de escudero de Diego Armando Maradona. Triunfó luego en el Atlético, ganando la liga española y Copa del Rey en 1996, y volvió al Calcio con Inter de Milán y Lazio, sumando liga y copa en 2000, más Copa de la UEFA en 1998 a su palmarés, donde también figuran dos Copas América en 1991 y 1993 y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1996 con Argentina.
Zidane: Formado en el Cannes, empezó a destacar en el Girondins de Burdeos y atrajo la atención de la Juventus, que lo fichó en 1996 y lo emparejó con Didier Deschamps, su habitual pareja en el mediocampo de la selección francesa, con la que se proclamó campeón de Europa en 2000 y del Mundo en 1998. Conquistó la Copa Intercontinental con los “bianconeri” en 1996 y también dos campeonatos en 1997 y 1998, pero debió esperar a enrolar en el Madrid para ganar la Champions en 2002, otra Intercontinental en 2002, y la liga en 2003.
SU MEJOR IMAGEN
Simeone: La efusiva celebración del primer doblete de Copa del Rey y liga española con el Atlético de Madrid, la temporada 1995-96.
Zidane: La impecable estética y efectividad de su volea en la final de la Liga de Campeones en Glasgow, que acabó en golazo al rincón clave para la victoria final por 2-1 sobre el Bayer Leverkusen y novena copa europea del Real Madrid.
SU PEOR IMAGEN
Simeone: Los tacos que dejó clavados en el muslo del jugador del Athletic de Bilbao, Julen Guerrero, con profunda herida, en un partido de la liga española 1996-97.
Zidane: El cabezazo al defensor italiano Marco Materazzi en la final del Mundial 2006, que supuso su expulsión por tarjeta roja directa.
LO DIJO
Simeone: “Para correr rápido hay que tener un auto bueno. Si tienes un auto menos bueno tendrás que buscar la manera de pincharle la goma al otro y correr lo más cerca de él que puedas”.
“Las guerras no las ganan los que tienen mejores soldados, sino los que las combaten mejor estratégicamente”.
“Prefiero tener una ocasión y ganar, a varias y perder”.
Zidane: “Hay entrenadores que se creen más que los jugadores. Cuando eso ocurre, es un grave problema a resolver”.
“El fútbol empieza en las calles, donde aprendes que hay otros que persiguen el mismo objetivo. Si tú ayudas, ellos te ayudan. Eso es el fútbol”.
“Un equipo de fútbol es bueno cuando se permite el lujo de encajar tres goles, sabiendo que puede marcar cuatro en la portería contraria. Por esto el Madrid es grande”.