[Este artículo fue editado y publicado en agosto de 2015 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
BEIJING (AP) – Carlos Díaz lo intentó en su primera semifinal del mundo de los 1500 metros, pero el corredor chileno en seguida se dio cuenta que la competencia no era la que está habituado a encontrarse en el circuito, y acabó despidiéndose del Mundial de Atletismo de Beijing el viernes.
“Con esta gente es muy difícil. Llegué a este campeonato pensando que tenía que hacer las cosas perfectas, pero solo tengo 22 años. Soy joven y creo que, cuando alcance mi plenitud, sí podré clasificar a una final”, dijo tras la carrera el optimista Díaz, mientras echaba un vistazo al monitor de televisión, donde sus colegas disputaban la otra semifinal. “Siempre hay algo que aprender de los demás, y más en un mundial”, comentó, tras analizar a fondo su propia cabalgada.
“La primera parte de la carrera fue bastante lenta. Después de los primeros 800 metros sabía que los favoritos iban a intentar un cambio de ritmo fuerte, y busqué ubicarme en la mejor posición delantera para que el ataque no me pillara desprevenido. Pero a partir de los 1200 se fueron, y no pude hacer nada”, relató.
Díaz, natural de la comuna de Pudahuel, en Santiago de Chile, completó la prueba en 3,47.48 segundos, empeorando su crono de 3,39.75 segundos de la preliminar en la jornada anterior, y terminó en el 24to puesto, el último del total de semifinalistas.
“Este era mi primer campeonato mundial y el objetivo era llegara a semifinales. Me hubiera gustado estar más adelante, pero me costó mucho recuperarme de la carrera de ayer, porque le puse todo para clasificar”, prosiguió, exigente con su desempeño, aunque no por ello negativo en la valoración de su participación. “Una semifinal es un buen resultado histórico para mi país, pero no puedo rebajarme al promedio chileno. Hay que ser autocrítico y medirme con los mejores, que son estos. Tengo muchos sueños y objetivos, aunque me falta rodaje al más alto nivel y voy a sacar mucho provecho de esta experiencia”.
El atleta de 22 años, que desde hace seis meses reside y entrena en Madrid, tampoco consiguió mejorar su marca de los recientes Juegos Panamericanos de Toronto, donde acabó cuarto con un tiempo de 3,42.09. O su mejor crono personal y de la temporada, de 3,37.86, que figura también como récord chileno.
Díaz había logrado el boleto a semifinales en la repesca por tiempos, y espera clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde la marca mínima exigida es de 3,36.00. Para ello espera contar también con el apoyo de algún patrocinador que confíe en sus aptitudes; un prospecto mejorado tras la disputa de su primera final mundialista.
Al joven talento lo entrena su madre, la ex atleta Julia del Río, destacada fondista y maratoniana. Ambos dejaron su trabajo en el ejército para dedicarse a fondo a la carrera deportiva del hijo.
“En la ronda preliminar tuve mejor marca, pero con eso no basta. En los próximos Juegos debó empezar a buscar la clasificación directa. En Río tendré también a más gente apoyándome y sería bueno aprovecharlo”, concluyó Díaz, quien mantiene la mente fría pese a las numerosas felicitaciones recibidas y la mira puesta en un futuro con cotas más altas y mejores tiempos.