[Este artículo fue editado y publicado en marazo de 2014 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
Las horas previas del clásico de la liga española entre Real Madrid y Barcelona, programado para la noche del domingo por la 29na fecha, se viven con calma tensa tanto en el entorno azulgrana como en la capital del país, conscientes ambos bandos de la trascendencia de un partido que no solo puede decidir una liga, sino el final de un ciclo en el caso del club catalán.
“El león se levanta pensando que tiene que correr para cazar la gacela y la gacela, que tiene que correr para no ser cazada. A los jugadores les he dicho que, quieras ser león o gacela, lo que hace falta es correr”, filosofó hace unos días el técnico madridista, Carlo Ancelotti, refiriéndose a la mentalidad que debía tener su equipo, hoy líder del campeonato con 70 puntos y cuatro de ventaja sobre los azulgranas, de cara al sprint final de la temporada.
Aparte del Barsa, el Atlético de Madrid, segundo clasificado con 67 unidades, aguarda un tropiezo del puntero para igualarle en la cima, por lo que el Madrid ansía dar un golpe sobre la mesa que cumpla dos propósitos: apartar de la pelea a los azulgranas y desanimar a los rojiblancos.
“Siempre tienes la misma presión en un Madrid-Barcelona. Es un partido distinto al resto y nos jugamos la liga. Tenemos mucha ilusión por demostrar nuestra mejor calidad y hacer un fútbol ofensivo para ganar”, declaró Ancelotti el sábado, tras dirigir el último entrenamiento previo al clásico.
Ya sea en papel de depredador o escapista, si de lo que se trata es de correr, no hay mayores velocistas puros en la fauna futbolística que el madridista Cristiano Ronaldo y el azulgrana Lionel Messi, quienes se retarán a una nueva carrera en su 20mo clásico frente a frente.
El argentino disputará su 26to clásico y puede quedarse en solitario con el récord de 18 goles en estos cruces. Por ahora comparte la marca con su compatriota, Alfredo Di Stefano, ex jugador madridista. En caso de marcar un tanto también alcanzará al mexicano Hugo Sánchez, igualmente ex “merengue”, en el segundo lugar de máximos anotadores de la historia de la liga española, con 234 dianas.
Cristiano, en tanto, suma una docena de goles frente al Barsa pero alcanza la cita en condición de máximo cañonero del campeonato con 25 por las 18 del rosarino; y ostenta también liderato en la Liga de Campeones con 13 conquistas por las ocho que acumula Messi.
Ambos vienen de alcanzar cifras míticas: Cristiano los 242 goles de Ferenc Puskas (1966) con la camiseta del Madrid, Messi las 371 dianas que le sitúan por delante de Paulino Alcántara (1927) como máximo goleador de la historia azulgrana en partidos oficiales y amistosos.
La gran duda para el técnico del Barsa, el también rosarino Gerardo Martino, es quien acompañará a “La Pulga”, recién anotador de un triplete en la última goleada liguera por 7-0 sobre Osasuna, en la línea de ataque. Los méritos de delanteros como Pedro Rodríguez, realizador de 18 tantos, y el chileno Alexis Sánchez, con 19, parece que serán sacrificados en favor de un dibujo con cuatro centrocampistas como Sergio Busquets, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Cesc Fábregas; más el brasileño Neymar en punta de ataque.
El súper fichaje del verano apenas cuenta 12 dianas como azulgrana y anda en mal momento, pero el timonel, debutante en el Bernabéu, quiere darle la alternativa ante el Madrid, confiando en que su talento se traduzca en desequilibrio, y no dudó a la hora de realzar su figura en la previa.
“Neymar está entre los cinco mejores del mundo y no voy a ser yo el que le vaya a hacer pensar que es un jugador más porque no lo es”, argumentó Martino, quien avanzó que sus futbolistas ya conocen el once que saltará al coloso blanco con antelación y evitó aclarar si Iniesta jugaría de extremo o sería Fábregas quien se ubicaría como falso ariete.
“Ganar en el Bernabéu es nuestra última oportunidad: no es lo mismo un punto a remontar en nueve fechas que cuatro o siete, porque a estas alturas del campeonato los equipos no cometen tantos errores. Y menos lo que se juegan la liga. Un empate no es un buen resultado. Necesitamos ganar”, subrayó el técnico antes de recordar que “Messi siempre aparece en los partidos importantes. Esperamos que tenga un gran encuentro”.
Recuperado el central Gerard Piqué, la asignatura pendiente del Barsa es la defensa de las jugadas a balón parado, que han generado ocho de sus 22 tantos encajados en liga. Para ello los visitantes esperan contar también con una actuación estelar del arquero Víctor Valdés, quien anunció hace tiempo su salida del club a finales de curso y disputará su último clásico liguero.
Su homólogo Iker Casillas seguirá en la banca por el Madrid, pues Ancelotti tiene confianza plena en Diego López e iniciará con el equipo considerado de gala tras la lesión del lateral Alvaro Arbeloa.
El tridente ofensivo formado por Gareth Bale, Karim Benzema y Cristiano, conocido como “la BBC”, está en gran forma y ha firmado 76 tantos en lo que va de curso. Al técnico italiano le preocupan más la fiebre que limitó el entrenamiento sabatino del creativo Isco Alarcón y las prestaciones que pueda deparar el argentino Angel Di María en el mediocampo, donde sufre más de la cuenta en la recuperación de la pelota.
El control del juego se antoja pues, clave para el equipo de Martino tal y como anunció Iniesta el miércoles, cuando aprovechó para reclamar un “Barsa valiente” en el Bernabéu.
Además de coraje, al vigente campeón le debería apretar también el hambre propia de un león frente a un Madrid que amenaza con desaparecer en el horizonte, cual veloz gacela.