[Esta entrevista fue editada y publicada en febrero de 2013 por THE ASSOCIATED PRESS]
Por ALEX OLLER
MONTMELÓ, España (AP) – El primer recuerdo “automovilístico” de Esteban Gutiérrez es el de una tapa redonda que, corriendo a velocidad infantil, manejaba como volante en el domicilio de sus padres en Monterrey (Nuevo León, México).
El joven de 21 años ha transitado un largo trecho en poco tiempo hasta encontrarse a las puertas de su estreno como piloto de Fórmula Uno en el próximo Gran Premio de Australia (17 marzo). Nuevo y cuestionado fichaje de la escudería Sauber, en sustitución de su compatriota Sergio “Checo” Pérez (partido a McLaren), Gutiérrez es plenamente consciente de que la etiqueta de “piloto de pago” que acarrea el patrocinio del multimillonario empresario Carlos Slim arrastra también miradas escépticas sobre su habilidad al volante.
Campeón de GP3 en 2010, irregular en 2012 en GP2 y actualmente probando su nuevo monoplaza en los entrenamientos oficiales del Circuito de Catalunya, afronta las dudas generadas con entereza y sin complejos, consciente de que, si una cosa manda más que las palabras en el circo de la Fórmula Uno, eso son los resultados.
Associated Press: ¿Cómo está durmiendo?
Esteban Gutiérrez: Muy bien. No me cuesta nada. Estoy muy tranquilo y contento con el equipo.
AP: ¿Y cómo se levanta?
EG: Muy animado, especialmente cuando hay entrenamientos así. He debido adaptarme, pero tampoco es un cambio drástico.
AP: ¿Sin nervios?
EG: Es una motivación importante estar al nivel más alto, con los mejores ingenieros y tecnología. El equipo trabaja con gran profesionalidad y eso me otorga tranquilidad.
AP: ¿Cómo se disfruta más: con la tapa o en el bólido?
EG: Son sensaciones diferentes. Uno es recuero de niño, pero ahora es una combinación de deporte con estilo de vida, cada vez más profesional y personal, y responsabilidad creciente. Lo más importante es intentar disfrutar todo lo que se hace.
AP: ¿Sus padres lo disfrutan o lo sufren?
EG: He tenido un gran apoyo de mi familia desde el inicio. Vienen a todas mis carreras, aunque implica una aceptación muy grande por su parte.
AP: Recientemente expresó sus dudas sobre su preparación…
EG: Me malinterpretaron. Dije que no lo sabría hasta disputar la primera carrera, no que no fuera a estar listo.
AP: ¿Qué le falta?
EG: La práctica es la base de la experiencia y el equipo está adaptando el programa para ponerme al tanto lo más rápido posible en cuestión de pit-stops, procedimientos en pista, cambios en el volante y similares. Todo lo que cambia de ser un piloto de GP2 a estar en la máxima competición para tener tranquilidad en los momentos adecuados.
AP: ¿A quién recurre en caso de dudas?
EG: No pienso en mis debilidades. Hay momentos en que tienes que centrarte más en unas cosas que en otras y la manera de crear más seguridad en mi mismo es dando mi mejor esfuerzo. No solo para estar en Fórmula Uno, sino para ser exitoso.
AP: ¿Ha crecido su popularidad en Méxixo?
EG: Me ha tocado vivir un proceso muy progresivo por el éxito de “Checo” en los últimos años y porque solo somos dos mexicanos en la F1. Siempre hubo mucho interés.
AP: ¿Allanó el camino “Checo”?
EG: Gracias a él pude estar con Sauber desde antes y con un plan de desarrollo, pero no deja que tengas que hacer tu trabajo. Tenemos muy buena relación y siempre nos apoyamos, como buenos mexicanos.
AP: ¿Siente que pueden ayudar a mejorar la imagen de su país?
EG: Es una gran responsabilidad hacerlo, pero no solo por el país. Hay que comportarse profesionalmente y dar buena imagen en general, por uno mismo.
AP: ¿Sabía que era el piloto más joven del paddock?
EG: No, pero ahora que lo dices… He tenido la suerte de vivir el ambiente desde hace tres años, ver lo que le pasaba a “Checo”, y eso me ayudó para afrontar lo que pueda venir. Estoy preparado.
AP: ¿Qué es lo que más está disfrutando?
EG: Puedo estar concentrado en un solo objetivo y pilotar sin más preocupaciones. Antes tenía que combinar GP2 con ser piloto de pruebas, lo que generaba algún conflicto de intereses y cierta inestabilidad.
AP: Su jefe, Peter Sauber, reconoció que llegó a tener ciertas dudas sobre su rendimiento…
EG: Es verdad. No le echo la culpa a nadie, pero no me arrepiento de lo que me ha tocada vivir. Todas las experiencias se toman muy en cuenta para el futuro. Las categorías inferiores son para formarse, pero en el nivel más alto ya se esperan resultados. Me hubiera gustado dominar la GP2, pero eso no te da necesariamente el mismo aprendizaje que la situación que me tocó vivir: estando al filo de la navaja y teniendo que buscar la manera de convencer a la gente que merecía un puesto. Me dio mucha seguridad.
AP: Sauber añadió que esperaba que empezase el mismo nivel que su compañero, NIco Hulkenberg. ¿Lo está?
EG: Nico tiene tres años de experiencia en Fórmula Uno, y esa es una gran ventaja. Probablemente me cueste adaptarme al principio en algunos aspectos de comunicación con el equipo, o en situaciones de carrera en que esté la pista seca y empiece a llover, que es algo que no he vivido en F1. Estoy buscando ser constante y aprovechar las oportunidades.
AP: Mezcla exótica de mexicano en equipo suizo…
EG: Son diferentes culturas y mentalidades, pero un piloto tiene que saber adaptarse. A fin de cuentas hay unos principios básicos de puntualidad, eficiencia y tener claras las responsabilidades de cada cual.
AP: ¿Cómo se define como piloto?
EG: Si tengo un objetivo, trato, con mucha paciencia, de conseguirlo. No me desesperó tan rápido. Busco ser tranquilo pero constante en mi progreso.
AP: ¿Algún referente?
EG: Siendo sincero, yo empecé a seguir la F1 cuando empecé a correr en 2007. Es algo seguramente muy diferente a otros pilotos: me gustan los coches y la velocidad, pero nunca fui seguidor desde el principio. Una vez involucrado, conoces más la historia. Pero de pequeño siempre seguí más a los pilotos mexicanos de la Champ Car como Adrián Fernández y Míchel Jourdain.
AP: ¿Le han comparado con alguien?
EG: Sí, pero cada piloto tiene sus características y son cosas en que no es tan importante enfocarse. Prefiero pensar en el presente.
AP: ¿El casco transforma al hombre?
EG: De los actos naturales de una persona y sus características, como vive y se ordena, se desprende lo que hace en su vida profesional. Una estructura de equipo u otra te puede forjar a actuar de cierta manera, pero los principios individuales influyen mucho en como afrontas las carreras.
AP: ¿Hay que aceptar el miedo?
EG: El miedo se convierte en adrenalina. Si los pilotos pensáramos en eso, no estaríamos acá corriendo al límite.
AP: ¿Tiene manías?
EG: Normalmente duermo 15 minutos antes de la carrera. Me preparo también con ejercicios físicos. Soy religioso y en el coche llevo estampitas, pero ya en pista, no pienso en otra cosa que no sean pilotar.
AP: Se le considera “piloto de pago”. ¿Le irrita?
EG: No me molesta ni pienso en ello. Cada persona tiene sus propias ideas y es una característica difícil de diferenciar hoy en día, que los equipos necesitan dinero. Al final, el que está aquí, está aquí y es mi responsabilidad aprovechar esta oportunidad al máximo. Y otro punto: yo tengo relación con este equipo desde antes de que los patrocinadores mexicanos empezaran.
AP: Dice que su objetivo es aprender, pero, ¿con qué sueña?
EG: Ahora quiero consolidarme, pero mi meta es ser campeón del mundo. Sería inútil decir que lo voy a conseguir en mi primer año. Es un proceso y voy hacer mi mejor esfuerzo para alcanzarlo en el futuro.